¡Hola, lectores de Hanami Dango! ¿Cómo los está tratando esta temporada de otoño? Nosotres nos encontramos trabajando a toda máquina para traerles estas primeras impresiones. En esta oportunidad nos toca hablar de un regreso muy anticipado, el de 86: Eighty-Six. Este anime, que durante la primavera nos hizo sufrir con la muerte de tantos personajes, estrenó sus cinco primeros episodios y es momento de adentrarnos en las sensaciones que nos dejó.
Antes de avanzar, vamos a aclararles que esta nota contiene spoilers del final de la primera parte de 86: Eighty-Six. Así que, si aún no lo hicieron, vayan a verla y también pueden darle un vistazo a nuestra crítica de la primera parte haciendo clic aquí.
Sin más que aclarar, pasemos de lleno a hablar del estreno de la segunda parte de 86: Eighty-Six.
La Guerra Nunca Termina
Por si hace falta un breve repaso de qué trata este anime, podemos decir que 86: Eighty-Six cuenta la historia de la República de San Magnolia, un territorio en constante guerra contra la amenaza de los Legion, robots autómatas que son el último bastión del ya extinto Imperio Giadano. El relato nos muestra dos perspectivas de este conflicto bélico. Por un lado el de Lena, una handler cuya misión es darle indicaciones en la distancia a los soldados que pelean en el frente. Por el otro se encuentra un grupo de eighty-six, personas que son consideradas menos que humanos por la República y que son usados como carne de cañón en la guerra.
El grupo de soldados que seguimos está liderado por Shin, un joven serio que carga con el mote de shinigami. Y con cada episodio que pasa nos vamos despidiendo de diferentes miembros del escuadrón que mueren en combate.
Sin embargo, para nuestros protagonistas pareciera que ni la muerte misma los puede alejar del camino de la guerra. El final de la primera parte de 86: Eighty-Six nos dejó con la incógnita de saber cuál fue el destino final del grupo protagónico de soldados que había logrado escapar. La última imagen del episodio doce no nos daba muchas esperanzas, ya que auguraba la muerte de Shin y sus amigues. Afortunadamente esto resultó ser una pista engañosa.
En primera instancia debemos confesar que la decisión de mantener con vida a estos personajes, luego de lo que fue un final audaz e inesperado, no nos sentó nada bien. Parecía que se hubieran arrepentido de ser tan osados con ese desenlace. Sin embargo, mientras más lo pensamos, más sentido tiene. Matar al escuadrón de soldados solo para introducir uno nuevo hubiera hecho que el relato se volviera repetitivo y estancado. Si el objetivo es ampliar el mundo y explorar las consecuencias de este conflicto, es necesario mantener con vida a estos personajes, al menos por el momento.
Si bien Shin y los demás están con vida, las cosas no son de color de rosa. Tras su último enfrentamiento a los Legión fueron salvades por la milicia de la República de Giad, la nación que nació de las cenizas del Imperio y que también se encuentra enfrentando a los Legion.
El mundo se expande
La aparición de la República de Giad como nuevo actor en el conflicto viene a complicar las cosas de manera muy interesante. Los personajes que introduce son misteriosos y tienen una ligera fachada bondadosa, pero que evidentemente oculta más. Desde los altos mandos de la milicia hasta el mismo Primer Ministro. Además, el rol que puede ejecutar esta nación en el conflicto a gran escala promete mucho. La amenaza ya no se trata de estos robots sin identidad, sino que también aparece un país con sus ciudadanos, sus ideales y sus intereses.
Entre los nuevos personajes que aparecen está Augusta Frederica Adel-Adler, quien a pesar de su apariencia infantil, se trata de la última emperatriz del Imperio Giadano. Su rol en el conflicto a gran escala permanece aún en misterio, aunque ya podemos ver que tiene un impacto positivo en Shin, a quien adopta como hermano mayor.
Dado que pertenece a la extinta realeza, podemos anticipar que su rol será central, pero debemos admitir que el tiempo que actualmente pasa irrumpiendo en la narrativa con intentos de comedia puede resultar bastante irritante.
Shin y los demás son abrazados por esta República, pero esto está supeditado a su rol en la batalla. Los Eighty-Six tienen experiencia en el combate y trajeron consigo nueva tecnología. Son ciudadanos de Giad solo en papel y sus compañeros no tardan en deslizarse a los prejuicios racistas que también encontrarían en San Magnolia.
El mundo de 86: Eighty-Six se expande, pero mientras más crece más facetas terribles de la humanidad muestra.
¿Y Lena?
He aquí lo que los fanáticos de la chica de pelo plateado se deben estar preguntando y con razón. El único tiempo que tuvo en pantalla hasta el momento fue durante la primera mitad del primer episodio. Desde eso, nada más supimos.
Por lo poco que pudimos ver nos enteramos que fue degradada y ahora se encuentra liderando un pelotón diferente de Eighty-Six. Así mismo, resulta evidente que su actitud cambió mucho con respecto a la parte anterior. Ya no tiene problema en desafiar y manipular a sus superiores y de a poco vemos a jóvenes miembros de la milicia acercándose a ella y encontrando en su presencia una figura a la que seguir.
Su pelo luce un mechón rojo que marca su deseo de diferenciarse de sus compatriotas, que siguen regodeándose en la explotación de los Eighty-Six. Lena carga con el peso de lo que le sucedió a Shin y los demás, y eso muestra que sus decisiones en el futuro de la serie la llevarán a chocarse de frente con los intereses de las autoridades de su país.
La ausencia de Lena de los episodios resulta casi inevitable. Cuando la primera parte de 86: Eigthy-Six dividía casi en un 50-50 su narrativa, enfocándonos en Lena y en lo que sucedía en el frente, esto ya resulta casi imposible. Lena y Shin siguen caminos diferentes y hasta que estos no vuelvan a cruzarse, la narrativa va a seguir privilegiando a una parte por sobre la otra.
En resumen
Estos primeros episodios de 86: Eighty-Six están haciendo un muy buen trabajo a la hora de sembrar las semillas del conflicto para el futuro. Varios hilos argumentales están siendo mostrados con el ritmo tan calmado y medido que caracteriza a este anime.
Sin embargo, no todo es positivo en este comienzo. Gran parte de lo que tiene que ver con los personajes y sus conflictos está resultando muy reiterativo con respecto a la temporada anterior, como si nuevamente debieramos explicar cosas sobre ellos y sobre su tragedia que ya sabíamos. No ayuda tampoco que hayamos abandonado por completo, por ahora, su vínculo con Lena.
Así mismo, no podemos más que remarcar una fuerte caída en la calidad de la dirección, que se siente menos sustanciosa que antes. Salvo por el primer episodio y algunas escenas del tercero, el resto está siendo bastante mundano y sin tanta fuerza. La dirección, que había sido clave para darle vida a la narrativa en la primera parte, está ocupando un segundo plano en esta continuación.
Si la primera parte de 86: Eighty-Six te gustó, no puedes perderte esta continuación, que construye sobre todo lo bueno que hizo la parte anterior. Más allá de algunos problemas que resultan en una caída con respecto a lo ya visto, este anime sigue teniendo mucho para ofrecer.
Y vosotros, ¿estáis viendo 86: Eighty-Six? ¿Qué os viene pareciendo? Dejadnos las respuestas a estas preguntas en comentarios y recordad seguirnos en nuestras redes sociales para más primeras impresiones como esta. Si os gusta el trabajo de Hanami Dango, tenemos página de Patreon, donde podéis apoyarnos para poder realizar todavía más contenido. Además, tenemos nuestro servidor de Discord, donde poder hablar de manga, anime y muchos más temas. ¡Hasta pronto, lectores de Hanami Dango! 🍡
