¡Es un placer teneros de nuevo al otro lado de la pantalla, queridos amigos de Hanami Dango! Hoy nos apetece compartir con vosotros una nueva obra, aprovechando que estamos sumergidos en el florecimiento y el calor del amor, y haceros la recomendación de leer Una primavera llena de amor, la nueva licencia de Arechi Manga.

Título: Una primavera llena de amor.
Autor: Ma2.
Editorial: Arechi Manga.
Género: Romance.
Volúmenes: 1 (serie abierta).
Páginas: 180 páginas en B/N.
Precio: 9,95€.
Hana Hoshino es una estudiante de instituto alegre y despreocupada que acaba de cumplir dieciocho años. Su amor platónico es Sakurai, su cuidador, un hombre tímido, torpe y poco sociable. Por diversas circunstancias, Sakurai ha estado viviendo con ella en lugar de sus padres, y ha sido testigo tanto de sus alegrías como de sus momentos tristes. Sin embargo, Hana siente que ha llegado el momento de dar un paso adelante y quiere que Sakurai deje de verla como “la niña a la que cuida” y que empiece a verla como una mujer. Ahora que es mayor de edad, decide reunir todo su valor y proponerle matrimonio… pero, ¿cómo reaccionará Sakurai?
Argumento
Hana Hoshino es una rica heredera la cual vivió su infancia prácticamente en soledad ante la ausencia de sus padres. Por este mismo motivo, se le asigna un tutor para que se ocupe de su educación, el cual resulta ser Sakurai. Aunque tiene dos amigos, Atsushi Tsukimori y Minami Momose, al final siente que la única persona que la ha acompañado en todo momento y de quién puede fiarse es únicamente Sakurai. Estos dos hechos son los dos primeros alicientes y fuentes motivadoras de los sentimientos de Hana, la cual le pide matrimonio constantemente con ferviente ahínco. Sakurai se limita a rechazar estas peticiones que encuentra más graciosas y descabelladas que otra cosa. Mientras tanto, Atsushi observa el panorama en la lejana pero tan cercana postura de la friendzone.
Sakurai además siente un enorme respeto y especial obligación por mantener la situación actual, dado que así parece que se lo prometió a la difunta madre de Hana. Aunque quizá simplemente es un honor que considera que debe mantener por mera gratitud. Sakurai es el cuidador de Hana pero también es sin duda parte de la empresa y de la familia. Y sobre todo, quien ocupa el lugar de los padres de Hana en todos los sentidos prácticos posibles.
Hana ante todo es una estudiante de bachillerato normal que vive una vida sencilla acompañada de sus amigos. No tiene grandes dificultades ni desafíos en la vida. Únicamente se entrega con ferviente pasión a la fuente de su amor y su ansiada y soñada conquista, Sakurai.
Estructura
La obra va alternando flashbacks a lo largo del desarrollo de la trama entre el presente y el pasado de Hana, y por tanto, también de Sakurai, para intentar darnos un trasfondo y explicación a la relación que hay entre ambos y cómo se llegó hasta la situación actual. Aunque al final, lo más interesante que tiene la historia no es tanto la relación que hay entre ellos y si esta tiene posibilidades reales de desembocar en algo romántico y correspondido o no. Es más bien la diferencia de visiones de la vida y madurez que encarnan ambos personajes.

La clase de persona que somos define el amor que queremos y tenemos
Por un lado, tenemos a Hana, que encarna ese amor más propio de la juventud, hecho enfatizado en la narración porque se nos explica que tiene 18 años. Nuestra protagonista quiere casarse con Sakurai a toda costa y está profundamente enamorada de él, pero si nos fijamos con detenimiento en la lógica de su sentimiento… este brilla por su ausencia.
No se nos hace hincapié en por qué o de dónde parte ese sentimiento. De manera que aquí pueden aparecer múltiples hipótesis. Por un lado, llenar el vacío de unos padres ausentes y una soledad muy difícil de sobrellevar desde su más tierna infancia. Posiblemente la génesis de este sentimiento esté en la idealización que ha hecho de Sakurai, su tutor, al que apenas conoce más allá de su papel de cuidador.

No es una relación horizontal, es absolutamente jerárquica. No solo por los papeles que desempeñan (tutor y tutelada), lo cual además nos recuerda que Hana es menor de edad (en Japón la adultez no se alcanza hasta los 21 años). Y la enorme diferencia de edad que hay entre ellos y que refuerza lo anterior, Hana tiene 18 años recién cumplidos y Sakurai tiene 33 años.
Como bien señala su amigo Atsushi, el «amor» de Hana se antoja más un juego y un capricho de una niña que un amor real y maduro. Más si tenemos en cuenta que no deja de ser una chica mimada a la que se le ha dado siempre todo hecho por ser quién es. Sakurai, por el contrario, representa el otro lado de la balanza.
Sakurai es una persona que ha tenido que trabajar arduamente por conseguir lo que tiene. Aún lo sigue haciendo, de hecho. De manera que para él resulta evidente la perspectiva inmadura de Hana en todo momento. No obstante, hasta cierto punto, es un hombre atrapado en la soledad de su trabajo. Y quizá Hana representa para él los únicos momentos de «desconexión y libertad» que tiene.
Nuestra protagonista aún tiene la concepción de que una relación se basa en una idea fija y que el amor basta para que todo funcione. Sumado a un interés intenso y enérgico. Sakurai, por el contrario, representa esa reflexión pasiva propia de alguien más curtido en experiencias y desencuentros vitales.
Al final Hana encarnando ese enamoramiento de alguien más maduro y mayor que ella puede simbolizar esa huida hacia adelante que atravesamos muchas mujeres a lo largo de nuestra vida, pensando que nos va a dar la seguridad que no tuvimos en nuestra infancia. Esto desde luego no nos es algo novedoso, ni siquiera en el mundo del manga.

Al final, nos puede traer reminiscencias vagas de lo que le sucedía a Asuka con Kaji, de Neon Genesis Evangelion. Era un amor absolutamente inviable, aunque aquí al menos, ambos son «mayores de edad» teóricamente (aprovechamos para recordar el punto anterior de alcanzar la edad legal en Japón). Esto, también en semejanza a esta comparativa, lo podríamos encajar aún más si tenemos en cuenta los sentimientos y la relación existente entre Atsushi y Hana.
Hay algo en esa meta platónica y alcanzable que hace que pasemos cosas y opciones que a la larga podrían ser mucho más viables, reales, y, por qué no decirlo, más sanas y mejores. Sakurai representa ante todo para Hana, una meta, en un sentido romántico pero también vital. Nunca se ha planteado nada más allá de las lindes delimitadas.
Esto, si se decide llevar de una manera progresiva y madura en la historia, puede brindarnos una metamorfosis de la protagonista tanto necesaria como interesante. Podemos verla convertirse en la mujer y la persona que quiere ser. Pero para ello debe dejar que el amor la transforme buscándose, ante todo, a sí misma en él.
Conclusiones finales: ¿por qué es un SÍ rotundo?
Con un dibujo de líneas finas y armoniosas, que crea figuras refinadas y elegantes, la autora transmite delicadeza en todo momento, tanto en la narración como en las viñetas, completando perfectamente dibujo con trama. A ello se le suma una historia de amor que si bien puede partir de premisas ya bastante vistas, puede darle un giro al desarrollo de las mismas.
Esperamos que os haya gustado esta recomendación de Una primavera llena de amor, y que si os animáis a leerla, nos compartáis vuestra opinión tanto en comentarios como en redes sociales. ¿Lo has leído ya? ¿Continuarás su colección? ¿Te dejarás sorprender por el amor? ¡Aquí os esperamos hasta que nos encontremos la próxima vez!