¡Moshi, moshi, dango pockets! Siempre será un placer escribir sobre el mundo del anime para ustedes. Skip and Loafer fue uno de los animes más lúcidos de la primavera de 2023. La segunda temporada se avecina y el elenco sigue creciendo y expandiendo su mundo. La historia nos muestra cómo los personajes se lastiman profundamente, pero también se esfuerzan por rehabilitar sus vínculos, haciéndose responsables de sus decisiones al reconocer los dolores ajenos y propios. Una nueva entrega estará llena de tensiones y sentimientos amargos, pero también de perseverantes y luminosas reparaciones a lo kintsugi.

La obra original, escrita e ilustrada por Misaki Takamatsu, se publica desde 2018 bajo el sello editorial Kōdansha y continúa en serialización. A continuación, te comentamos lo que planteó la primera temporada del anime y lo que puedes esperar de la que está por venir.

Una primera temporada que apostó por los vínculos orgánicos: se aprende a amar a los demás

La primera temporada de Skip and Loafer está compuesta por doce episodios. La historia nos presentó a Mitsumi Iwakura, una chica de campo con grandes aspiraciones, a Sōsuke Shima, un chico que se dedicó a la actuación en la infancia;  y a varias compañeras. 

Cada una tuvo una crianza particular, con experiencias igualmente especiales, que les han permitido generar distintas formas de ver, posicionarse e interactuar en el mundo. Pese a estas diferencias, todas logran vincularse a partir de un delicado entramado de gestos, silencios y actos que hablan más que las palabras. Ello demuestra que cada una socializa sus experiencias personales y su crianza. 

Mitsumi proviene de un entorno rural y protector, donde todos se conocen e interactúan como si fueran una gran familia. Su deseo es salir, aprender, y volver algún día para mejorar su comunidad. Pero al llegar a la ciudad, enfrenta prejuicios, envidias y malentendidos. Su forma abierta y transparente de ser, sin embargo, comienza a transformar a quienes la rodean.

Skip and Loafer Reseña_09 - Hanami Dango

Durante su primer año, forja lazos con Mika Egashira, Yuzuki Murashige y Makoto Kurume. Al principio, cada una parece vivir en su propio mundo, con inseguridades, envidias y formas de protección emocional muy distintas. Sin embargo, Mitsumi, con su capacidad de escuchar sin prejuicios, crea puentes que, no obstante, se solidifican gracias al trabajo en conjunto.

Por ejemplo, en la primera temporada, Egashira, al ver que Shima, el chico más popular, pasa tiempo con Mitsumi, siente celos y termina traicionando su confianza, en un intento de sabotaje. Pero esa misma traición le permite reflexionar sobre cómo nacen los afectos y cómo se cultivan. 

Skip and Loafer Reseña_11 - Hanami Dango

También le hace reconsiderar su forma de ser consigo misma y con los demás; así, se pregunta de dónde vienen sus actitudes y si hay un motivo para mantenerlas en esta nueva etapa de su vida. Sin crucificarse, reconocerá las partes que la forman; y será capaz de gestionarlas nuevamente desde una perspectiva más fresca de sí misma y atendiendo a sus nuevos deseos.

Kurume, por su parte, se enfrenta a sus propias inseguridades al acercarse a Yuzuki, una chica que representa todo aquello que ella siente que no puede ser. Su hostilidad inicial la lastima, pero, eventualmente, ambas encuentran una forma de reconocerse y acompañarse, sin envidias ni jerarquías.

Skip and Loafer Reseña_07 - Hanami Dango

Skip and Loafer brilla porque permite que los personajes sean humanos: sienten, fallan, se contradicen, pero también buscan reparar; demuestra que el amor no es una meta ni un evento espectacular: es un esfuerzo cotidiano, un trabajo suave y constante por comprender al otro. La serie retrata esto de forma minuciosa.

El corazón del relato: ¿cómo nace el amor? ¿Qué implica comprender y ver al otro? Más allá de las dudas, el miedo y la ternura

Los corazones guardan amargura, envidia, inseguridades y miedos. Sin embargo, la convivencia —basada en la paciencia y la amabilidad— permite que, con esmero, y tras varios intentos, reflexiones y disculpas, las chicas de Skip and Loafer logren vincularse de forma saludable. 

Este proceso comienza con la aceptación de sí mismas y se extiende hacia los demás, en un intento por comprender cómo cada una interpreta y experimenta el mundo, considerando sus propias dolencias, haciéndose cargo de ellas y extendiendo la mano tanto para apoyarse en la otra, como para socorrerla.

Skip and Loafer no se conforma con una visión superficial de la tolerancia de ideologías de vida. Por el contrario, se adentra en el desafío de acercarse al otro con empatía, y desde ahí construir relaciones que respeten las necesidades, sensibilidades y tiempos emocionales de cada persona.

Skip and Loafer Reseña_08 - Hanami Dango

Aprender a querer, en esta historia, no significa idealizar ni ceder, sino abrirse genuinamente a lo que el otro es y puede ofrecer, considerar sus supuestos y buscar la forma de coincidir de acuerdo con las propias necesidades afectivas.

Amar es reparar, tener paciencia, cuidar, observar y respetar. Pero también permite darse tiempo para ser egoísta y distinguir los errores, enfrentarse a los vacíos de uno mismo, masticar fuerte, paladear y reconsiderar cómo acercarse verdaderamente al otro de manera cálida y cuidadosa: hacer kintsugi, resanar con oro. Skip and Loafer logra acentuar y demostrar el proceso de una manera prolija y cándida. 

La obra presta especial atención a los matices de la comunicación y al complejo desarrollo de los lazos afectivos en la actualidad. Skip and Loafer reconoce los daños posibles dentro de los vínculos, pero también muestra formas de remediarlos.

Skip and Loafer Reseña_10 - Hanami Dango

Los humanos somos espinosos y cada uno, conforme a nuestra crianza y experiencias, hemos logrado crear una concepción del amor, del dar y recibir afectos.

Tanto para bien como para mal, todos tienen una parte egoísta, pero el amor implica revisar nuestros actos, cuestionar nuestras palabras y practicar una empatía radical. Reconocer nuestros sentimientos, desenmarañar nuestros pensamientos y comunicar ambos transparentemente y sin rodeos, en pos de apreciar las formas que dan vida al otro.

Skip and Loafer es realmente una maravilla desatorando las posibilidades de (re)construir el amor luego de los desbalances, de las actitudes egoístas y de las palabras crueles; pero vertebrándolo de manera conmovedora y saludable.

Skip and Loafer Reseña_06 - Hanami Dango

El nuevo arte clave: una metáfora de esperanza

El anuncio de su segunda temporada demoró en llegar, pero tras dos años de espera desde el estreno de la primera entrega, el estudio P.A. Works —conocido por animar Shirobako y Fairy Gone— finalmente reveló un arte clave de esta nueva etapa que nos presenta nuevas enmiendas en las conexiones afectivas que, muy a lo japonés, abogan por el kintsugi, o la reparación de los daños en oro, para que se note con claridad una fractura subsanada con devoción y cuya contemplación prevé nuevos tropiezos. 

La segunda temporada de Skip and Loafer promete explorar cómo la amistad entre Kurume y Murashige florece a través de los temores, el reconocimiento de las propias inseguridades y el esfuerzo compartido por superarlas. Ellas son, en muchos sentidos, como la luna y el sol: contrastantes, pero complementarias. Cada una aporta desde su forma particular de habitar el mundo, y juntas construyen un espacio de aprendizaje mutuo que les permite crecer y sanar.

Lo que podemos esperar de la nueva temporada

El anuncio de su segunda temporada demoró en llegar, pero tras dos años de espera desde el estreno de la primera entrega, el estudio P.A. Works —conocido por animar Shirobako y Fairy Gone— finalmente reveló un arte clave de esta nueva etapa que nos presenta nuevas enmiendas en las conexiones afectivas que, muy a lo japonés, abogan por el kintsugi, o la reparación de los daños en oro, para que se note con claridad una fractura subsanada con devoción y cuya contemplación prevé nuevos tropiezos. 

La segunda temporada de Skip and Loafer promete explorar cómo la amistad entre Kurume y Murashige florece a través de los temores, el reconocimiento de las propias inseguridades y el esfuerzo compartido por superarlas. Ellas son, en muchos sentidos, como la luna y el sol: contrastantes, pero complementarias. Cada una aporta desde su forma particular de habitar el mundo, y juntas construyen un espacio de aprendizaje mutuo que les permite crecer y sanar.

Skip and Loafer Reseña_05 - Hanami Dango

Son diferentes y cada una encuentra aspectos en la otra que ha anhelado, un ligero cariz de envidia se asoma, y demuestra que ningún vínculo es siempre amable y luminoso, en este se encuentran diferentes momentos que tensan el afecto, sin embargo, justamente, reconocer sentimientos ayuda a crecer, a mejorar y a valorar al otro por lo que es. 

Las virtudes no siempre son consideradas así por quien las posee y Skip and Loafer suele jugar con la idea de empatizar, ya que ello también lleva a reconocerse a sí mismo benévolamente. De manera paulatina, germina mostrando la admiración y la envidia como dos caras de la misma moneda, dos sentimientos esenciales que, pueden ser tratados con amabilidad al ser distinguidos, ya que, también son indicativos del reconocimiento de algo que falta en uno mismo.

Skip and Loafer Reseña_03 - Hanami Dango

Ahora que Skip and Loafer está por volver, recordemos que el anime fue votado como uno de los títulos más populares de su año, y su regreso no solo emociona, sino que permite revisitar una historia que evoluciona de forma sensible y evocadora.

La segunda temporada de Skip and Loafer si bien, promete desarrollar con más profundidad la amistad entre las chicas, también mostrará más de los sentimientos que crecen entre Mitsumi y Shima.

Pero más allá del romance, el anime seguirá apostando por una narrativa humana: egoísta, pero también delicada y especialmente honesta. La nueva entrega ahonda en el presente de Makoto Kurume y Yuzuki Murashige; y escarba en el pasado de Shima que guía espectralmente sus formas de acercarse a Mitsumi. 

Skip and Loafer Reseña_02 - Hanami Dango

Skip and Loafer desborda calidez sin caer en la ingenuidad. Sus personajes no son idealizados: son jóvenes que buscan hacer las paces con ellos mismos, con sus emociones y con quienes los rodean, intentando, en ocasiones desesperadamente, no herir a los demás.

Sin embargo, luego de fallar, se reconcilian no sólo con aquel que hirieron, sino con aquella parte de sí mismos que les instó a ejercer el daño en primer lugar, con aquello que aún no pueden gestionar, se permiten ser amables consigo mismos porque sus vínculos también abogan por esos espacios de cuidado personal. 

Así, este anime nos recordará que el amor —en todas sus formas— puede ser lúcido, vibrante y consciente; y que, un kintsugi bien hecho puede ser una marca de amor profundo y benévolo: una cicatriz hermosa que destaca el precioso esfuerzo por mantenerse unidos luego de una tormenta inevitable. 

Y hasta aquí, esta reseña de la popular obra Skip and Loafer que tanto nos emocionó y promete volver a hacerlo. ¿Habían pensado en el kintsugi como ícono de la historia? ¿Qué otras imágenes se les vienen a la mente cuando piensan en la serie? Los leemos en comentarios y por Twitter. Si les gustaría que escribamos algo en particular, por favor, ¡háganoslo saber! Además, síganos en Instagram, Twitch o en nuestro canal de Discord. ¡No es una despedida, sino un hasta pronto!

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