¡Bienvenidos, lectores de Hanami Dango! El pasado 17 de diciembre, coincidiendo con la celebración de la Jump Festa, medio mundo se despertó con la noticia de que el anime de One Piece recibirá un remake de manos de Wit Studio. El bombazo nos dejó patidifusos y con unas cuantas preguntas rondándonos la cabeza. ¿Será una nueva adaptación completa de la obra? ¿Qué sentido tiene hacer un remake de una serie que está todavía en emisión? ¿Por qué Wit Studio y no Toei Animation? ¿Es el más indicado para la tarea? En este artículo analizaremos la información disponible para reflexionar sobre estas cuestiones.
¿Qué sabemos de The One Piece?
Para empezar, vamos a poner sobre la mesa lo que sabemos a ciencia cierta por ahora, que es más bien poco. Este remake llevará por nombre The One Piece y se ha hecho para conmemorar el 25 aniversario del anime. Su objetivo es redibujar la animación desde el East Blue en una línea diferente a la serie televisiva. Estará animado por Wit Studio, aunque en el comité de producción encontramos a los sospechosos habituales, incluyendo a Toei Animation. Además, se ha confirmado que se emitirá en Netflix y han comentado que «la fecha de lanzamiento está lejos y será un proyecto extenso».
Con esta información, una sencilla ilustración y un breve vídeo que solo muestra escenas del anime clásico y del manga, toca comenzar con las elucubraciones. La pregunta principal que nos hacemos es: ¿volverán a adaptar toda la obra? Han dicho que comenzarán con la saga del East Blue y en el teaser se hace referencia directa a Romance Dawn, que es el primer arco de la obra. También han comentado que será un proyecto extenso, lo que podría estar indicando que pretenden abarcar toda la historia. No obstante, no lo han confirmado en ningún momento.
Teniendo en cuenta lo esquivos que han sido para dar una respuesta clara y la insistencia que han hecho en el East Blue, probablemente la respuesta sea la siguiente: su intención es adaptar todo de nuevo, pero por ahora está en marcha solo la primera saga. Los planes podrían cambiar según cómo funcione el proyecto.
¿Es necesario un remake de One Piece?
Independientemente de cuánto adapte, tenemos que cuestionarnos la idoneidad de reiniciar un anime cuya primera versión está actualmente en emisión. A primera vista parece absurdo, un nuevo y flagrante ejemplo de la moda de reciclar franquicias hasta la extenuación. Sailor Moon, Shaman King, Rurouni Kenshin… La lista de remakes en la última década es enorme. Si bien algunos se agradecieron (Fruits Basket), es dudoso que todos lo necesitasen.
¿Acaso se han acabado las nuevas ideas? Como intentaremos explicar, el caso de One Piece es bastante particular. Este nuevo proyecto podría ser una gran idea si se ejecuta como es debido.
The One Piece, el remake que necesitamos
One Piece tiene un problema muy importante que le pesa desde hace años: es endemoniadamente largo. Esto dificulta mantener la fidelidad de los fans, pero sobre todo es una lacra a la hora de atraer a nuevos aficionados. Si alguna vez has intentado convencer a un amigo de que la empiece, lo entenderás. Es muy difícil venderle a alguien una serie con más de mil capítulos.
One Piece es de por sí una obra muy larga, pero su anime nos lo pone todavía más difícil con su extremadamente lento desarrollo. Para no alcanzar el manga, la adaptación ha tenido que echar mano de numerosos arcos de relleno. Además, cada episodio por lo general incluye un opening especialmente largo, una secuencia de presentación recurrente y un breve resumen del episodio anterior. Por si fuera poco, muchas escenas están dilatadas más de lo necesario y cada vez que se puede incluir un flashback de un suceso anterior, se mete a calzador si es necesario.
Todos estos recursos ayudan a mantener la distancia con el manga, pero provocan que los episodios tengan muy poco contenido y su visionado pueda llegar a resultar tedioso. Es el precio a pagar para mantener una emisión continuada. La serie tuvo su pistoletazo de salida en 1999, una época en la que no era raro encontrarse con series de largo recorrido con emisiones ininterrumpidas. Desde entonces ha mantenido esta modalidad, sin apenas descansos en 25 años.
One Piece sigue estando en la cima a nivel de popularidad, sin lugar a dudas, pero su enorme extensión y lento desarrollo se han convertido en obstáculos para las nuevas generaciones de aficionados. Con el enorme crecimiento que ha experimentado el consumo de anime estos últimos años, sobre todo fuera de Japón, estas nuevas generaciones suponen mucho mercado potencial que se le podría estar escapando a la franquicia.
Un remake de One Piece podría solucionar este problema fundamental. Filtrando el relleno y suprimiendo las dilataciones superfluas de la historia, podría hacerse una adaptación con la mitad de la duración, probablemente incluso menos. De hecho, ya existen versiones no oficiales que buscan hacer justo esto. Se trata de montajes llevados a cabo por aficionados que permiten un visionado mucho más ágil. Su popularidad habla por sí sola.
Animación moderna para los orígenes de los Sombrero de Paja
El formato de emisión ininterrumpida de la serie acarrea otro problema: la adaptación tiene una calidad promedio de animación bastante baja. Que nadie saque las antorchas ante esta afirmación, es algo normal y perfectamente comprensible si tenemos en cuenta que se tiene que animar un episodio entero cada siete días. One Piece tiene momentos álgidos con una calidad magnífica, pero no es la tónica general, es imposible que lo sea.
Una nueva versión de la serie podría contar con otro tipo de calendario que permitiese dedicar más tiempo a elaborar una animación de alto nivel. Por ejemplo, algo más acorde con lo que vemos en las adaptaciones de los mangas de éxito modernos —Ataque a los Titanes, Demon Slayer (Guardianes de la Noche), My Hero Academia—, en las que se opta por dividir la historia en temporadas con descansos intercalados. Recordemos, además, que la serie se emitirá en Netflix, por lo que ni siquiera tiene que atenerse a los estándares de duración de temporadas o minutaje de episodios.
Por otra parte, un reinicio de la obra permitirá modernizar la animación y hacerle un lavado de cara a las sagas más antiguas. Las técnicas de animación han evolucionado mucho en estas últimas dos décadas y, aunque los amantes de lo clásico son numerosos, muchos agradecerían ver los inicios de la aventura con una estética más actual.
De acuerdo, podemos aceptar el remake como algo positivo, pero ¿no sería mejor esperar a que acabe la serie actual? En realidad, aunque suene ridículo que haya dos adaptaciones simultáneas, si tenemos en cuenta su duración, tiene cierto sentido. Por condensado que pueda ser el remake, si se pretende cubrir toda la historia, va a necesitar mucho tiempo. Esperar demasiado podría hacer que los aficionados se bajen del barco antes de que dé tiempo a levar anclas.
Aunque todavía en publicación (el manga) y en emisión (el anime), One Piece está cerca de su final. Entiéndase «cerca» en términos relativos de la franquicia, por supuesto, pero la cuestión es que ya se atisba el desenlace en el horizonte. La nueva serie no tiene fecha de estreno y ya han dicho que va para largo, por lo que el solapamiento entre las dos adaptaciones podría ser mínimo.
Por otra parte, es una época especialmente adecuada para anunciar un proyecto como este. Hay que tener en cuenta que la popularidad de One Piece ha experimentado un resurgimiento gracias a los eventos que han tenido lugar en tiempos recientes: en 2022 se anunció el arco final del manga y tuvo lugar el estreno mundial de la exitosa One Piece Film Red. En 2023 vivimos el clímax de Wano en el anime —la saga más larga hasta la fecha—, así como el estreno del exitoso live action.
No es casualidad que el anuncio del nuevo gran proyecto de la franquicia se haga tras todos estos acontecimientos y a las puertas del año que marca el 25 aniversario del anime. Está claro que la planificación de marketing que hay detrás está muy pensada y se ha buscado el momento idóneo para el lanzamiento de un nuevo anime.
Wit Studio, un extraño en el Grand Line
Solo nos falta intentar averiguar qué pinta Wit Studio en todo esto. De por sí resulta raro que vaya a haber un One Piece animado por un estudio que no sea Toei Animation o alguna de sus filiales. Tras 25 años trabajando en ella, es una de sus franquicias insignia. Cuesta asumir que hayan decidido ceder el mérito de esta nueva serie a otro estudio, sobre todo considerando que, presumiblemente, será una versión revisada que busque una mayor calidad promedio.
De todas formas, como hemos podido comprobar en los créditos del teaser revelado, Toei Animation se mantiene en el proyecto —probablemente como productora—. Ni siquiera podemos descartar la posibilidad de que también participe en la animación, pero no será el estudio principal.
Ese honor lo ostentará Wit Studio, conocidísimo sobre todo por las primeras temporadas de Ataque a los Titanes, pero también por otros grandes trabajos como Vinland Saga, Great Pretender, Ranking of Kings o Spy x Family. El talento de este estudio para crear escenas de acción potentes está más que probado, así que no dudamos que puede llegar a concebir una versión de One Piece que nos haga vibrar de emoción.
Lo que nos genera dudas es si tendrá el músculo laboral suficiente como para llevar a cabo una tarea titánica como esta. Wit Studio no tiene la capacidad que tiene Toei ni de cerca. Son sonadas las dificultades que ha tenido en producciones pasadas, con agendas apretadísimas y una muy notable insuficiencia de mano de obra. Por eso resulta un poco extraño que se haya metido en un proyecto de estas dimensiones, suponiendo que sea una adaptación completa. Por lo pronto, ya han empezado a buscar gente.
Hay otro argumento que nos lleva a dudar de la idoneidad del estudio. A lo largo de los años, Wit Studio se ha granjeado fama de ser poco fiel a sus franquicias. No es una etiqueta del todo justa, pero tampoco del todo falsa. Recordemos que se bajó del carro en Ataque a los Titanes tras la tercera temporada. Por los motivos que sea, tampoco se mantuvo en otras como The Ancient Magus Bride o Vinland Saga. Incluso en la segunda temporada de Spy x Family, que siguen coproduciendo junto con CloverWorks, han cedido buena parte del protagonismo en favor de sus asociados.
Wit Studio nació como una escisión de Production I.G para lograr una mayor libertad a la hora de escoger a qué proyectos dedicar su tiempo. A lo largo de los años ha demostrado que le gusta probar cosas diferentes constantemente y que se siente poco cómodo cuando se ve atado a franquicias concretas. No parece el estudio más predispuesto a comprometerse con una serie de larga duración. The One Piece es su oportunidad para demostrar lo contrario.
Reflexión final
La idea de reiniciar el anime de One Piece suena surrealista, inverosímil, casi suicida. Sin embargo, tras un poco de reflexión no es tan difícil encontrarle el sentido. Si valoramos sosegadamente el contexto, podemos incluso llegar a afirmar que un remake es necesario, oportuno y con potencial para ser provechoso.
Resulta más sorprendente si cabe la elección del estudio. La implicación de Wit Studio es algo que cuesta más encajar. Sin embargo, hay que tener en cuenta que todavía hay demasiadas incógnitas sin respuestas. Para sacar conclusiones más profundas, necesitaríamos más información o entrar directamente en el peligroso campo de las especulaciones. Factores importantes como la extensión de la adaptación, el ritmo de emisión o el nivel de fidelidad al manga definirán por completo el producto que vea la luz finalmente. The One Piece por ahora es un misterio, así que tocará esperar un poco más.
En el blog no solemos comentar noticias de actualidad como hemos hecho en este artículo, pero creíamos que la ocasión lo merecía. Hacednos saber si os ha gustado, os lo agradeceríamos. También podéis pasaros por nuestro canal de Twitch, donde sí sacamos temas como este a menudo. También podéis ver los directos resubidos en YouTube. ¡Hasta la próxima!
