¡Bienvenidos de nuevo, lectores de Hanami Dango! Por fin llegó el momento que muchos estábamos esperando, la animación del aclamado manga ya es una realidad que se está tornando un éxito total. Hoy os hablamos de las primeras impresiones de Chainsaw Man.
En apenas este mes que llevamos desde que se estrenó el opening y desde el primer momento todo Twitter se lanzó a analizarlo, debido en parte al conocimiento que tienen los fans de la obra al gusto por las referencias a todo tipo de arte, y más concretamente, al cine. Os recomendamos este hilo de @Yautrek, que ya nos acompañó para hablar del autor de Chainsaw Man en nuestro canal de Twitch.
El primer episodio mostró un gran despliegue de medios, los paisajes están cuidados y detallados en cada escena, la dirección artística está siendo preciosa. Cuando la acción se sitúa en la ciudad encontramos un Tokio vivo, lleno de gente, clara señal de una gran ciudad. Cuando la trama se centra en paisajes campestres observamos una tonalidad de colores pasteles y una música que acompaña el plano visual.
El inicio de serie se muestra cómo Denji está muy endeudado con un jefe de la mafia japonesa, y que él no es el culpable de la miseria en la que vive, si no que es heredada de su padre. Con la motivación de pagar la deuda de su padre, vende algunas partes de su cuerpo y trabaja, con la ayuda de Pochita, matando demonios para la persona con la que mantiene la deuda.
Durante la narración de la historia de Pochita y Denji llega el momento en el que todo explota. El mafioso al que Denji le debe dinero le tiende una trampa diciendo que tiene un trabajo para él, con el objetivo de eliminarlo, descubriéndose que ha hecho un pacto con el Demonio Zombi. La pareja protagonista muere y el demonio mascota de Denji, Pochita, usa sus últimas fuerzas para ser uno con él y volver a la vida.
Ese es el momento donde se da la primera transformación de Denji en el Demonio Motosierra, que conoceremos como Chainsaw Man. Si bien esta transformación y la acción posterior se da en un ambiente oscuro, lo más destacable es el odiado por muchos CGI. Este es un tema controversial y ya hablamos del tema en este vídeo. Lo cierto es que ha venido para quedarse y que el que encontramos en esta adaptación está lejos de ser malo. Lo que sí puede parecernos es extraño, pero tenemos que acostumbrarnos y aceptarlo, porque nos va a acompañar durante los doce episodios que abarcará la serie.

En el primer episodio también se nos presenta a Makima, persona que lo saca que pozo económico y sentimental en el que está. El protagonista cae prendido por ella, aceptando ser su «perro» y servirle, enamorándose perdidamente de ella por el camino y, con el deseo exaltado por la atracción física que siente hacia Makima, decide aceptar el trabajo teniendo como objetivo poder estrechar una relación con ella.
En el segundo hace aparición que será el compañero de Denji en la Agencia Pública, Aki Hayakawa, y que intenta dejarle claro —a puñetazo y patadas limpias, acabando tirándole el cigarro y escupiéndole acto seguido— que no tiene el compromiso suficiente para trabajar salvando la vida a los ciudadanos; hacerlo por tocar unas tetas o estar con la jefa no es motivo suficiente.

Denji hace una «transformación» espectacular en el Demonio Cojonero y le revienta sus partes a Aki; mientras esto sucede nuestro protagonista se marca un tremendo speech sobre la vida que ha pasado antes de conocer a Makima y que ahora no va a dar un paso atrás. Después de darse una paliza mutuamente y hablar con su jefa, se observa que su compañero lo ha comprendido al menos un poco.
A mitad del segundo episodio tras la pelea entre ambos se muestra en pantalla algunas escenas de Denji conviviendo con Aki, comiendo lo que nunca pudo, pan con mermelada, y haciendo cosas que para muchos de nosotros son comunes. Es como un abrazo nuestro corazón, porque vemos que el protagonista ya no tiene que vivir en un cabaña en mal estado y que puede cumplir la promesa que le hizo a Pochita de comer ese desayuno.
En estos dos últimos episodios ha aparecido el último integrante el grupo protagonista, Power, el Demonio de la Sangre. Una compañera que no convence a Denji hasta que se fija en sus pechos, y acepta que lo acompañe en su trabajo, dejando claro de nuevo sus motivos adolescentes.

Además de los planos preciosos al rostro de Makima, en el último episodio emitido hemos podido observar al Demonio Motosierra combatiendo a plena luz del día, evitando los típicos comentarios que se quejan porque la animación de la acción solo se hace en la oscuridad, porque es más fácil. Durante la pelea con el demonio murciélago, cuyo desarrollo se debe al intento de rescate de Power, Michi, se despliega una combinación espléndida de escenas en CGI y en animación habitual, siendo el resultado una escena fantástica.
En el último episodio, Makima nos ha explicado durante una conversación con Aki cómo funcionan los demonios y lo hacen de una manera muy similar a cómo funcionan las maldiciones en Jujutsu Kaisen: cuanto más miedo genera una idea en la gente, por ejemplo, un murciélago o el miedo a que una bomba caiga en el centro una gran ciudad a una hora punta, más peligrosa y fuerte será la materialización de dicho demonio.
Mucho se podría hablar de los tres endings que hemos visto y escuchado, pero se mejoran uno tras otro y es difícil decidirse por uno. A vosotros, ¿cuál os ha parecido mejor? ¿Qué opinión tenéis por ahora de la serie? ¿Os está gustando la adaptación? ¡Podéis decírnoslo en comentarios!