¡Hola, amigues de Hanami Dango! Cuando creíamos que la temporada de otoño iba a ser una que nos dejaría con muy pocos animes destacables, siendo la más nombrada Lycoris Recoil, de golpe Netflix lanza una tanda de diez episodios de una nueva serie. En este caso se trata de un anime ambientado en el universo del videojuego de CD Projekt RED, Cyberpunk 2077, y concebido por el peculiar Studio Trigger.
El juego fue lanzado con muchas polémicas y críticas por su calidad, pero en verdad poco tiene que ver eso con esta nueva serie. Así que si no jugaste Cyberpunk 2077 no te preocupes porque este anime no retoma elementos de su historia. Si bien hay algunas cosas del contexto y de la construcción del mundo que serían rápidamente entendidas por quien ya tenga familiaridad con el videojuego, el anime hace un buen trabajo dejando todos sus elementos de ciencia ficción bastante claros.

Resulta importante advertir que esta es una serie con mucha violencia, consumo de drogas, desnudos, así que claramente va apuntada a un público adulto. De hecho, a penas comienza el primer episodio todas las advertencias de Netflix saltan en la esquina de la pantalla, lo cual nos indica que nos vamos a adentrar en un anime con mucha tela para cortar. En esta nota vamos a hablar un poco de qué se trata, tratando de mantener todo libre de spoilers para que le des una oportunidad.
El capitalismo arruinó todo
Por si no resulta evidente con tan solo mirar por la ventana, el capitalismo es un sistema que está dejando el mundo en ruinas y, como muchas otras series distópicas, Cyberpunk: Edgerunners no teme en remarcarlo. Este anime ocurre en un mundo donde vemos algunas de las peores consecuencias de seguir adelante con un sistema donde se valora más a quienes tienen dinero y donde las clases más bajas son oprimidas.
La historia nos sitúa en Night City, una ciudad cargada de luces, avances tecnológicos y desigualdad. El protagonista es David Martinez, un joven que estudia en una prestigiosa academia, pero cuya situación financiera está lejos de ser acomodada. Su madre trabaja en un sistema futurista de ambulancias y el poco dinero que recauda lo usa para solventar ese gasto.
Cuando la tragedia golpea de frente la vida de David, se deberá enfrentar a las consecuencias de vivir en una ciudad donde el dinero lo es todo. De esa manera vemos como se ve empujado al mundo criminal y cada vez avanza más hacia lo profundo del abismo.

Desde el primer episodio se nos deja en claro que el sistema está podrido y es el principal culpable. De hecho durante gran parte de la serie no tenemos un claro antagonista, sino que el contexto en sí funciona como la mayor fuerza opositora al progreso de David.
Vemos un sistema educativo donde solo estudiar en academias privadas garantiza un futuro estable, donde las ambulancias dan prioridad a personas que pagan por el servicio, donde la salud está dividida por clases y quienes están en una situación precaria deben soportar un sistema que sigue sin ser gratuito y que es de mala calidad. Hasta los entierros están fuertemente regulados por el mercado.
Esta es una versión distópica, sí, pero no tan alejada de la realidad en la que vivimos. De esta forma, Cyberpunk: Edgerunners nos muestra un futuro que se siente bastante creíble, al menos en el aspecto social.
El estreno es todo lo que necesitamos para entender hacia dónde se dirige este anime con su crítica al sistema en el que vivimos y es también donde la encontramos presente de forma más notoria. El resto de los episodios no son tan explícitos, pero aún así cargan con este tópico. Después de todo, las tragedias, la violencia que se desencadena en la vida de David y las muertes, todo esto ocurre porque no hubo una contención para personas necesitadas como él.
Tiros, Sangre y Tripas
Cyberpunk: Edgerunners es un anime exageradamente violento. Sin embargo, esa violencia nunca se siente gratuita. Ciertamente está estilizada, pasada por el filtro del genial director Hiroyuki Imaishi. Los disparos que destrozan cráneos y las vísceras que se desparraman por pisos, techos y paredes se sienten impactantes, dinámicos. Pero cuando Cyberpunk hace su magia, esta violencia no se siente glorificada, sino que cada instancia tiene un dejo de melancolía.
Principalmente por lo dicho en la sección anterior. Todos estos acontecimientos ocurren por las injusticias del mundo en el que David vive. Muchas de las masacres son realizadas por personas que están siendo empujadas a una inestabilidad provocada por implantes y drogas que los alejan de su humanidad. Entonces, cada vez que vemos a personajes morir, sabemos, en cierto punto, que todos son víctimas de las circunstancias.

David transita una espiral descendente y esta está dibujada con la sangre de las personas cercanas, de su familia y de los aliados que fue formando en el camino. El peso de cada una de estas muertes es palpable y es una manera relativamente diferente a cómo Trigger solía manejar este elemento. Usualmente con este estudio la violencia era espectáculo visual, aquí, si bien conserva eso desde lo estilístico, se siente que carga con un mayor significado emocional y que acarrea consecuencias en las personas afectadas.
Un punto que sí es bastante cuestionable es la elección de términos como ciberpsicosis. Este es utilizado para referirse a las personas que sufren trastornos mentales causados por sus muchos implantes cibernéticos. Si bien sabemos que no es la intención original, usar esta terminología mantiene el estereotipo de que las personas con enfermedades mentales son peligrosas y carentes de humanidad.
Sin embargo, más allá de este punto algo criticable y que para nada es algo de lo que solo Cyberpunk: Edgerunners es culpable, es apreciable cómo este anime logra dimensionar lo que un contexto tan violento puede generar en la vida de las demás personas. En cierto punto es hasta refrescante ver esto animado y apreciar cómo esta lectura se carga hasta el final, donde el desenlace no es tan bombástico como podríamos esperar de algo producido por Trigger.
Criminales con corazón de metal
No es poco usual ver en relatos sobre criminales a personajes que forman una suerte de familia adoptiva. Cyberpunk: Edgerunners no es la excepción. El elenco que va rodeando a David logra destacar y protagonizar momentos muy emocionales. Si bien no nos animaríamos a decir que todos son personajes supercomplejos, aún así cada quien tiene sus rasgos y características que los hace muy diferenciables y que además aportan una buena dinámica entre sí.

Comenzando con David, el protagonista. Tenemos a un personaje desafiante, que no sigue las reglas, pero que tiene un complejo de héroe que lo lleva a ponerse en peligro por los demás. También se considera especial, ya que es capaz de soportar un implante militar que casi nadie tolera. Pero esto le crea una falsa sensación de seguridad y confianza que lo lleva a empujar cada vez más su límite. David es un buen protagonista para ver su descenso en el mundo criminal.
También tenemos a Lucy, una hacker con un pasado misterioso que crea una conexión rápidamente con David. Planteada como una femme fatale en un principio, Lucy es el ancla emocional de David y quien lo mantiene arraigado a su humanidad.
La historia de amor entre estos personajes quizás no tuvo tanto tiempo como para establecerse y es posible que para algunas personas no sea creíble. Lo cual no es bueno, ya que mucho de lo que moviliza los conflictos en la historia depende de que te creas este romance. Sin embargo, es entendible como estas personas, que viven tan rápido algunos vínculos, crezcan un amorío de forma tan acelerada. Sin dudas no es lo mejor trabajado de la serie, pero tampoco es tan disruptivo como para resultar poco verosímil, al menos para nosotros.

En la pandilla también tenemos a otros personajes muy variopintos, pero de quienes no queremos decir mucho para conservar la sorpresa. Sí decimos con confianza que se forma un muy agradable grupo de criminales, pero sin que en ningún momento nos olvidemos de que estos son criminales peligrosos y agresivos. La historia no los justifica, ni vemos tampoco mucho de su historia previa, pero nos muestra las suficientes pinceladas de humanidad para que conectemos con ellos y sus lazos.
Cyberpunk con todas las letras
Cyberpunk:Edgerunners no es un anime que proponga algo sumamente disruptivo dentro del género. Ciertamente, podemos encontrar muchos arquetipos y lugares comunes. Pero esto no funciona como detrimento. Porque son ejecutados de forma muy satisfactoria y encontrando algunas vetas de identidad propia que ayudan a transmitir una historia que se siente conocida, pero con una huella digital.
El relato nos cuenta la historia de un joven adentrándose al mundo criminal y en el camino enfrenta muchas de las dificultades que podríamos ver en otros relatos de este estilo, pero todo visto a través de la perspectiva de su protagonista. Aquí es donde reluce David Martinez como personaje principal.

Es innegable que también ayuda la marcada identidad visual de esta serie. El tipo de diseño, los colores y la dirección que siempre mantiene a la historia en movimiento y con mucho dinamismo.
Es en esta oportunidad donde nos tomamos un momento para destacar el impresionante trabajo del staff. Desde Imaishi, a quien ya mencionamos, como director, pasando por Kai Ikarashi, encargado de dirigir el que es, en nuestra opinión, el mejor episodio de Cyberpunk: Edgerunners.
También destacable es el trabajo realizado desde lo musical por Akira Yamaoka. El ritmo y energía que inyectan a la historia desde la banda de sonido es envidiable y ayuda a cerrar con un moño lo que es una maravillosa experiencia audiovisual.
Pero que esto no haga parecer que disminuimos el trabajo narrativo, todo lo contrario. Masahiko Otsuka y Yoshiki Usa lograron desde el guion mantener muchos elementos característicos de las obras de Trigger, pero entregando un nivel superior de análisis. Se vuelve un relato sólido, llevadero, con buenas dosis de comedia, pero, principalmente, mucho dramatismo.

En conclusión
Cyberpunk: Edgerunners se convirtió en un anime imprescindible esta temporada. Son tan solo diez episodios ya disponibles en Netflix y es una de esas series que cuando comienzas a verla querés ver un episodio más y otro y otro.
Es sumamente entretenido, con muchos momentos tristes que golpean con fuerza pero también con buenos dejos de humor y un tono que parece una versión mucho más pulida del estilo de Trigger. Ciertamente creemos que es un anime que puede generar mucho de qué hablar y mucho para reflexionar como así también deslumbrar por su apartado visual.
Este es, sin dudas, un anime sin desperdicio al que deben darle una oportunidad.
¡Esperamos que os haya gustado nuestra recomendación! Y vosotros, ¿habéis visto Cyberpunk Edgerunners? ¿Qué os pareció? Dejadnos las respuestas a estas preguntas en comentarios y recordad seguirnos en nuestras redes sociales para más primeras impresiones como esta. Si os gusta el trabajo de Hanami Dango, tenemos página de Patreon, en donde podéis apoyarnos para poder realizar todavía más contenido. Además, tenemos nuestro servidor de Discord, donde poder hablar de manga, anime y muchos más temas. ¡Hasta pronto, lectores de Hanami Dango! 🍡