¡Hola, lectores de Hanami Dango! Hoy os traemos un artículo en el que vamos a hablar de Dr. Stone, del clásico de 1719 Robinson Crusoe y del concepto del homo economicus utilizado en economía para moldear el comportamiento humano. Recientemente hemos leído el libro ¿Quién le hacía la cena a Adam Smith? de Katrine Marçal y nos ha inspirado tanto que hemos decidido rescatar lo que ella comentaba para hacer este escrito tan interesante
Seguro que alguna vez habéis escuchado la frase “es que ya está todo inventado”. Aunque por suerte nosotros creemos que esto no es así, es cierto que muchas historias que nos fascinan a día de hoy beben de historias anteriores y siguen los arquetipos que estas crearon. Por eso, hoy vamos a analizar cuáles son estos elementos comunes entre las dos obras ya mencionadas y a criticar el mensaje que se esconde detrás.

La historia cuenta las aventuras de Senku y Taiju, dos adolescentes que se ven atrapados en un mundo post-apocalíptico en el que la raza humana lleva convertida en piedra 3700 años. Ellos buscarán la manera de revertir la petrificación en la mayor cantidad de personas posibles para así reconstruir la sociedad tal como la conocieron. |

Robinson Crusoe, un muchacho de la ciudad de York, quiere ser marinero contra la voluntad de su padre. Después de un primer naufragio, aunque el mar le haya dado un aviso, continúa embarcándose y viviendo aventuras. Finalmente, un temporal lo convierte en un náufrago en una isla desierta, lejos de las rutas habituales. |
Os preguntaréis por qué hemos elegido hablar de estas dos obras. Antes de ir al meollo del asunto, vamos a resolver esto. La razón es simple, las hemos elegido porque ambas plantean una reflexión acerca de cómo los seres humanos actuarían si de repente los pilares básicos de su sociedad ya no existieran. En las dos los protagonistas se encuentran en una situación similar: un mundo alejado de la sociedad moderna, en el que los órdenes de poder han sido alterados.
Debido a que Crusoe, náufrago en una isla desierta, no se halla sujeto a leyes ni códigos sociales, la historia es a menudo empleada por los economistas para explicar la teoría del hombre económico desarrollada en el siglo XIX. En la novela, Crusoe está libre de estas inhibiciones y actúa solo y exclusivamente movido por sus intereses propios. Esto le permitía a los economistas tener a un objeto de estudio aislado, fuera de un determinado entorno.
De la misma forma, en Dr. Stone también podemos ver la “esencia de la naturaleza humana” que los economistas decían haber visto en la historia del náufrago. La historia de Senku nos vuelve a situar en un mundo primitivo donde los protagonistas son libres en una sociedad sin apenas seres humanos, donde la naturaleza ha dominado sobre cualquier rastro de creación humana.

Robinson Crusoe es una novela que suele ser interpretada como una historia acerca del ingenio y la capacidad de inventiva del individuo, y Dr. Stone se podría interpretar de igual modo. Los protagonistas se ven obligados por su situación a hacer uso de su ingenio para sobrevivir en la nueva sociedad que se encuentra de pronto ante sus ojos.
Robinson cultiva maíz, realiza labores de alfarería y ordeña a las cabras. Se las arregla para confeccionar velas a partir de sebo de animales, empleando como mecha ortigas secas y estrujadas. Senku fabrica herramientas de piedra a partir de las cuales construye trampas para cazar, ropa, refugios y hasta un laboratorio. Cultiva plantas, desarrolla técnicas para cocinar los alimentos y llega incluso a redescubrir la electricidad.
También en ambas obras se crea un sistema económico, llegando a implantarse los dragos (moneda de Dr. Stone) como unidad de valor. Se realizan intercambios comerciales y las mercancías adquieren valor en función de la demanda.

El protagonista como soberano absoluto
Tanto en la novela como en el manga, las relaciones de los protagonistas con otras personas se basan esencialmente en lo que estos pueden hacer por ellos, rige una ley de beneficio propio. En Dr. Stone podemos ver esto cuando Senku elige a quién despetrificar y a quién no en función de qué le puede aportar para llegar a alcanzar su objetivo, la nueva sociedad que visualiza en su mente.
Ambos protagonistas poseen el poder de convertirse en reyes, emperadores o hacer lo que les venga en gana si ellos quisieran. Vale, es verdad que en la serie el objetivo de Senku no es ser el gobernante. Sin embargo, la realidad es que esto se debe más a una cuestión nominativa que práctica, ya que si no se nombra rey es simplemente porque no lo necesita. Él es quien concentra todo el poder y tiene la palabra final en cualquier decisión que se tome ya que sus conocimientos le otorgan una posición de poder, y tener el control del líquido despetrificante lo reafirma y le da legitimidad.

Sin embargo, esa nueva sociedad no se construye solo con el gran ingenio e intelecto de Senku. Al igual que Robinson, utiliza materiales y herramientas hechos por otras personas que recoge del barco, Senku se vale del trabajo y las investigaciones realizadas hasta la fecha de la petrificación para poder construir su sociedad. Su gran intelecto no sería nada sin todos los conocimientos que la humanidad ha ido reuniendo siglo tras siglo.
No somos dioses o genios.
Nos arrastramos por el suelo, haciendo todo paso a paso.
En conclusión, Dr. Stone es una obra que toma el paradigma del hombre económico como base para desarrollarse, dando como fruto una obra en la que se vuelve a ensalzar, como ya hacía Robinson Crusoe, la figura del protagonista masculino como encarnación de la inteligencia, la terquedad y el cálculo. Y debemos destacar justamente eso de que esta teoría habla del “hombre” económico. No de la mujer, ni del humano o la persona, ya que a la mujer se le ha asignado la tarea de cuidar a los demás, no de maximizar su propio beneficio.
La serie de los hombres de piedra peca de ser un relato machista vendido en pleno siglo XXI. Dentro de la obra hay varias cosas que nos hacen saltar las alarmas, entre ellas destacan la ausencia de mujeres en el grupo de 4-5 líderes que surge indiscutiblemente dentro de la serie. Además, los pocos personajes femeninos que aparecen o son niñas, símil de la bondad y la inocencia; o son personajes que están para ser el interés amoroso de un hombre y cuya única forma de apoyar al grupo es pasarse los días cosiendo; o, si son poderosas, son representadas como unas brutas. Pero siempre con vestidos supercortos no aptos para el combate, cuando se supone que son guerreras…
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