¡Bienvenidos, lectores y lectoras de Hanami Dango! La lectura en edades tempranas es una de las principales preocupaciones de la sociedad. Hoy vamos a defender el manga como un método de trabajo en el aula para acercarlos al apasionante mundo de la literatura.
Por suerte, ya no nos encontramos en una época donde el manga es tratado como «dibujitos para niños» o un producto solo para «frikis», al menos no es así para la mayoría. Ha sido cuestión de tiempo que obras como Naruto, One Piece o Ataque a los titanes (Shingeki no Kyojin) se hayan hecho mainstream: puedes comprar ropa de estos mangas en conocidísimas tiendas de ropa, incluso sin conocer de qué se trata, solo porque te gusta el diseño.
Y esto es, para todos nosotros que hemos sido tachados de raros o similar, un triunfo. No podemos permitirnos el lujo de quejarnos porque nuestra serie favorita ahora la conozcan más personas. El hecho de que tanto el anime como el manga se hayan vuelto más populares facilita que puedan venir más y mejores obras; y, sobre todo, que cada vez llegue a gente más variada. Otro factor que ayuda es que nos estamos haciendo mayores: podemos volver a ver obras de nuestra adolescencia y otras nuevas con más amplitud de miras.
Se suele escuchar más habitualmente de lo que se debería en las aulas de filología que muchos prefieren que los niños que entran en la ESO, ya que leen poco, lean las mejores obras posibles. Esta opinión, hoy en día, es injustificable, pero por desgracia demasiado habitual incluso fuera de esas aulas; hay demasiado conservadurismo literario.

Por suerte, hay una contraparte a este tipo de pensamientos. Se centran en fomentar la lectura al principio de la secundaria, dividiendo los dos primeros cursos para dar a conocer obras que animen a la lectura, para en los dos cursos siguientes introducirles algunas obras de la literatura escrita en español.
Afortunadamente, la literatura juvenil se ha abierto paso en estos dos primeros cursos. No cabe duda de que ha entrado a cabezazos, y posiblemente la obra que dio el golpe más fuerte fue, como os podéis imaginar, Harry Potter. No es problema nuestro criticar esta obra ni hablar de su calidad, nuestra intención es defender que al igual que estas obras juveniles han entrado en el sistema educativo, también puede hacerlo el manga.
Además, el formato manga cuenta con una ventaja abismal frente al género literario habitual: mezcla la narración textual y narración visual, por lo que a la hora de presentar una obra a jóvenes es más ameno y apetecible. Otra ventaja que compete a las obras que se nombrarán a continuación es el conocimiento de otra cultura distinta a la nuestra: ofrece la posibilidad (más que aprovechable y recomendable) de comparar ambas. Dicho esto: vamos a hablar de dos obras: Naruto y Solanin.
Naruto (1999 – 2014)
Quitémonoslo rápido, desde una perspectiva educativa, el único punto malo que tiene Naruto es su extensión, pero incluso este aspecto negativo tiene fácil arreglo: en clase se ven continuamente extractos de obras y no hay ningún problema, por lo que en este caso ya estaría solucionado. Dejando esto aparte, todo son ventajas.
La obra magna de Masashi Kishimoto es una de las composiciones literarias más completas e importantes que se han escrito en el siglo XXI y ofrece material suficiente para hablar de cualquier ámbito literario, desde la mitología hasta la muerte, pasando por el papel del maestro. No hay que olvidar que aunque se trata de una obra que fácilmente podríamos catalogar en el género de acción y lucha, es ante todo una historia de amor, concretamente de uno de los tipos más bellos e importantes de amor: la amistad.

Toda la historia se centra en recuperar al amigo perdido, un trayecto de años que se puede identificar fácilmente con «el viaje del héroe», por lo que también se podría presentar este tipo de narración y cómo ha evolucionado. Este viaje no se hace solo, sino que se divide en dos etapas: compañeros y maestros.
Los compañeros van variando y añadiéndose según avanza la historia, y esto puede servirles a los adolescentes como reflejo de su propia vida. Y los maestros son la esencia del avance de la historia y todos están escritos con virtuosidad (excepto Ebisu, todo hay que decirlo). De hecho, la propia obra, al igual que es una oda a la amistad, también lo es a los maestros, por eso al final de la misma a Iruka, primera persona que reconoce a Naruto y su maestro, se lo trata tan bien. Es el propio Iruka el que le da la coletilla del nombre al protagonista, llamándolo Naruto Uzumaki de Konoha.
Además, Naruto se puede relacionar fácilmente con una de las obras más importantes de la literatura universal: el Lazarillo de Tormes. Los protagonistas tienen demasiadas características en común como para no hacerlo: ambos son niños dejados a la suerte, con una actitud pícara y durante su viaje cambian de maestro varias veces. De hecho, que se encuentren desamparados ante su futuro es lo que nos hace seguir leyendo, porque nos da, por así decirlo, penilla.

Naruto, como todas las grandes obras, ofrece diversas lecturas, y cada vez que la serie se revisita ofrece nuevos detalles que siempre estuvieron ahí, pero no aparecen hasta que hemos madurado, es casi como si la obra creciera con nosotros, como si fuese una habitación llena de bombillas y cada vez que entramos en ella encontramos un nuevo interruptor para ver más en ella.
Uno de estos detalles, de los más sutilmente trazados, es el personaje de Haku, la compañera de Zabuza. Son los primeros enemigos de la serie y todos les guardamos un cariño especial. Además es fácil recordar el pensamiento de Naruto cuando ve a Haku por primera vez: «qué guapa es». Kishimoto introduce un personaje transgénero en el inicio de su serie. Haku es una chica, no porque lo digamos nosotros, sino porque así se deja ver durante todo el arco.
Por supuesto, el autor no ha dicho palabra alguna sobre el tema, ni lo hará; pero no podemos dejar que porque más tarde le diga a Naruto que se trata de un chico tenemos que creerlo. Tenemos que aprender a leer entre líneas y, sobre todo, no relacionar todo lo que aparezca en la obra como propio del pensamiento del autor.

Tampoco queremos traer verdades absolutas sobre este tema, pero seguramente esta sea la lectura más correcta del personaje, posiblemente se presente principalmente como un chico por dos razones: la sociedad japonesa era terriblemente cerrada en aquel entonces (y un poco ahora) y porque la Shonen Jump pecaba de la misma actitud. Es por esto que es un pasaje perfecto para explicar el colectivo LGTBIQ+ a adolescentes y además explicar que la opinión del autor no tiene por qué relacionarse con la del narrador o el protagonista.
Es posible que según iba avanzando el post, Naruto nos haya recordado o nos haya parecido que guarda relación con una obra que tiene un trío de amistades, es un viaje del héroe y hay varios maestros con los protagonistas; como podéis imaginar, estamos hablando de Harry Potter. Sin embargo, la obra de Kishimoto es altamente superior a la de la inglesa, sobre todo porque sus personajes muestran una evolución conforme la historia avanza.
La muerte es otro de los temas centrales de la obra, se presenta desde el primer capítulo y nos acompaña hasta el final de esta. En una tierra asolada continuamente por las guerras solo les queda a aquellos que luchan por sus principios morir de la manera más honorable posible, pero desde el encuentro con Haku y Zabuza que ninguna muerte da honor y que siempre son dolorosas.

Que el mundo ninja esté continuamente en guerra es una clara referencia a nuestra actualidad, y más concretamente a Japón, que, aunque ahora esté en paz, sigue habiendo guerras y matanzas en el mundo. Mucho se puede decir a los más jóvenes sobre la muerte y la guerra desde la comparación con esta obra. En Naruto hay dos destrucciones de Konoha (Orochimaru y Pain) que refieren, muy posiblemente, a las bombas atómicas que destrozaron Hiroshima y Nagasaki y el propio país.
Kishimoto critica en su obra la democracia a la misma vez que es incapaz de vislumbrar un sistema mejor, por eso el protagonista no quiere reventar el sistema, como sí ocurre en One Piece, sino controlarlo para hacerlo lo mejor posible; esta intención hace que Boruto sea tremendamente interesante, porque podemos ver los resultados de las ambiciones de Naruto.
Aunque no se trate de una democracia, es algo que se asemeja a una sociedad feudal que está en proceso de aburguesamiento con algunos avances científicos. En ella podemos ver problemas entre villas, han existido guerras entre varias de ellas y estos conflictos aún siguen vivos; también hay problemas dentro de una propia villa (el aislamiento de los Uchiha es uno claro); y cómo el hecho de que existan villas ricas y estables (como Konoha) implica que las haya pobres y destrozadas por el efecto de la guerra (como Amegakure).

Por último, estamos obligados a hacer mención a una de las características más importantes de la obra Naruto: su valor divulgativo de la sociedad e historia japonesa. Kishimoto, durante el transcurso de la obra, se sumerge en toda su cultura y mitología, y nos la presenta de una forma amable y fácil de entender, es como si hubiese sumergido en el mundo oriental para presentárselo al mundo occidental. Os recomendamos este post en los que hablamos de cómo trata la mitología Kishimoto.
Antes de dar paso a la siguiente obra, cabe destacar que no solo defendemos esta obras como lecturas juveniles, sino como una lectura recomendada para todos y en cualquier momento de su vida. Lo que intentamos con este post es hacer ver cómo estas obras que suelen ser de interés para los más jóvenes pueden despertar el espíritu lector en ellos.
Solanin (2005)
Esta historia, una de las más conocidas de Inio Asano, es un reflejo de la juventud actual, lo que ocurre después de haber cumplido con lo que la sociedad presenta como óptimo (estudiar una carrera). Como bien dice el autor, es una obra de un adolescente para adolescentes, pero que esto sea así no niega que describa el mundo actual con una precisión sublime.

A pesar de que la obra esté teñida de gris por ceñirse a la realidad, aunque transmite continuamente un mensaje pesimista de la vida, puede que en su conjunto quiera enviar un mensaje positivo. Como se dice durante la obra «esperamos que algún día nos riamos de esto», haciendo referencia a una mala situación; parece que esa sea la esencia de la obra: seguir, aunque sea para conseguir reírte de aquello que te preocupaba.
La obra como tal tiene un planteamiento extenso, más o menos el leitmotiv no acontece hasta la mitad de esta, momento en el que ocurre una muerte de forma abrupta justo cuando parecía que todos los problemas que habían ido dando lugar se iban a arreglar. Es irónico que sea la muerte de uno de los personajes lo que le da acción a la obra, lo que le da vida. El nudo, por lo que podéis observar, es muy breve, y el resto de la obra es su desenlace.
Es un símil con la vida, quizá podríamos pensar que es un poco injusto, pero al fin y al cabo parece que no estamos tan lejos de la vida que tienen los ninjas en Naruto. A nuestra manera, luchamos por morir de la manera más honorable posible; montando un grupo de música, escribiendo o teniendo una familia. La obra podría haber acabado con la muerte, y hubiese sido perfecta, pero no fue así, continuó, porque hay que seguir.

Quizá esa es la enseñanza más importante que tiene la obra, por eso creemos que, en el fondo, es una historia feliz. En ocasiones, como ocurre en la obra de Inio Asano, heredamos los sueños de las personas fallecidas, en otras, como suele ser más habitual en la sociedad occidental, guardamos su recuerdo y lo utilizamos para motivarnos emocionalmente. Sea cual sea la lectura, es muy interesante para hablar de la muerte y de la diferencia entre las culturas.
Si en la anterior obra hablábamos de que se criticaba implícitamente la democracia, aquí ocurre de manera explícita. En varias ocasiones se hace referencia a las guerras que se están dando lugar en otra parte del mundo mientras que ellos viven en paz; de nuevo, esto sería de ayuda para explicar cómo funciona el mundo actual y, sobre todo, de cómo si la guerra no ocurre en un territorio propio parece que no pasa nada.
Es muy útil la obra para hablar de relaciones de amor y amistad. La falta de sinceridad es lo que más daña a la pareja protagonista que no habla «de cosas serias», es decir, no hablan de cosas importantes, solo se adaptan a lo superficial, y quizá esa sea la razón por la que piensan en dejar la relación en varias ocasiones. Aunque puede que aún sean muy jóvenes para que comprendan este tipo de relaciones, es excelente que las conozcan.

Por otra parte, la amistad es el punto fuerte del grupo de personajes que se nos presenta, es lo que hace que ninguno de ellos abandone. Siempre están cuando uno lo necesita, es decir, quieren más a otros que a ellos mismos, y lo más importante es que es mutuo, en eso consiste la amistad. Y, posiblemente, este sea el mensaje que más les llegue a los adolescentes, pues se encuentran en un momento de afianzar amistades.
Como se dijo al principio, esta obra es un retrato de la vida adulta, de lo que le espera una vez acabada la universidad o los estudios que se quieran hacer, del momento en el que se inicia la vida laboral, cuando parece que la libertad está en la palma de tu mano y no, no ocurre. Que Asano haya descrito la sociedad tal y como es, sirve para avisar de que no es como la han pintado: hayas estudiado o no, tu futuro se ciñe al papel que la sociedad haya creado.
Por último, no queremos dejar pasar la ocasión de hablar de los sueños que tiene, por ejemplo, Taneda (uno de los protagonistas de la obra). En su caso quiere tener un grupo de música y cambiar al mundo con sus letras, un casi reflejo de lo que fue Jonh Lennon. Pero, aunque puso todo su esfuerzo en ello, no lo consigue. Este hecho sirve para criticar la tan hablada meritocracia y que los más jóvenes comprendan lo falsa y dañina que esta idea puede ser.

Esperamos que esta publicación os haya dado otro punto de vista de lo útil que puede ser el manga en el aula de literatura, pudiendo trabajar incluso la creación de un propio manga y que, ante todo, dejemos de valorar a los mangas como un arte menor, que defendamos lo importante y serios que pueden llegar a ser, de la misma manera que los reclamemos como parte del canon literario.
Y hasta aquí nuestro post de hoy. ¡Esperamos que os haya gustado! ¿Qué obras recomendarías para incentivar las lecturas? Te leemos en los comentarios. Podéis seguirnos en Twitter, Instagram, Twitch o en nuestro canal de Discord. ¡Recordad que también tenemos Patreon y una tienda de ropa anime! ¡Hasta la próxima!