¡Cuánto tiempo, vagabundos de Hanami Dango! Frieren, más allá del viaje (sabemos que este post va de Emanon, tranquilos) ha sido una de las grandes sorpresas de este último año, excepto para los lectores regulares del manga. Las aventuras de la elfa junto a sus peculiares acompañantes conforman una historia que ha sabido captar el interés del público. En parte se debe al gran trabajo en la animación, aunque no es lo único a destacar. El punto más destacable de la obra es su propia protagonista, siendo un personaje único en la obra. La gran longevidad de la protagonista, rozando una pseudoinmortalidad, nos trae el punto más interesante de la obra: su forma de ver el mundo, entender los cambios y los progresos de la humanidad.
¿Y a qué viene esta intro cuando está claro que esto no va de Frieren? Pues a que si tenéis síndrome de abstinencia con este anime, los mangas de Emanon pueden ser vuestra solución.
Título: Emanon Recuerdos.
Autor: Shinji Kaijo (historia) y Kenji Tsuruta (arte).
Editorial: Ponent Mon.
Traducción: Miguel Ángel Ibáñez Muñoz.
Género: Drama, ciencia-ficción y fantasía.
Volúmenes: Tomo único.
Título: Emanon Vagabunda.
Autor: Shinji Kaijo (historia) y Kenji Tsuruta (arte).
Editorial: Ponent Mon.
Traducción: Miguel Ángel Ibáñez Muñoz.
Género: Drama, ciencia-ficción y fantasía.
Volúmenes: 3 (solo 2 disponibles en España).
¿De qué va Emanon? Pues de Emanon. Gente, hay que estar más atentos, que la vida os va a comer. Bromas aparte, Emanon es una ¿persona? muy particular. Podemos decir que es más vieja que Matusalén. Literalmente.
La historia de Emanon es una tan vieja como la vida en nuestro planeta, viviendo desde hace 3000 millones de años. Este ser ha ido cambiando de cuerpo de generación en generación, legando sus recuerdos a su descendencia. En otras palabras, pasa a convertirse en su propia hija al momento de nacer llevándose con ello todas las memorias que tenía su madre y todas las generaciones previas a ella, incluyendo cuando los homínidos ni siquiera existían.
Lo más curioso de todo es que, aun habiendo pasado tanto tiempo y vidas, Emanon no entiende por qué es la única a la que le ocurre esto o si su existencia tiene alguna clase de finalidad. Ella se dedica a ser una vagabunda, en el sentido de que deambula de un lugar a otro sin un lugar al que llamar propiamente hogar. Es testigo de todos los cambios producidos por el inescrutable paso del tiempo, pues tantos años de vida te permiten pasar múltiples veces por cualquier recóndito lugar. Su relación con la humanidad también podemos tildarla de peculiar, aunque, claro, pocas cosas pueden ser comunes y corrientes con un personaje como Emanon.
Con su propia percepción del tiempo y la existencia, observa a los humanos con cierta distancia, al igual que Frieren (¿veis?, os decíamos que tenían que ver). Es muy consciente de los defectos de la humanidad, sus cambios y el poder que tienen para influir en el mundo como la especie dominante en el planeta. Hasta parece reírse un poco de los convencionalismos humanos, haciendo que su propio nombre sea No Name al revés. Eso no dice que no sea capaz de relacionarse con nosotros. Prueba de ello es su propia forma de prolongar su existencia, que implica tener que quedarse embarazada.
No tiene problemas en relacionarse con los humanos que capten su interés y está claro que su enigmática forma de ser capta la atención de ellos. De algunas de estas relaciones, no necesariamente románticas, se sacan algunas de las escenas más existenciales y, a la vez, melancólicas del personaje. Es una lástima que, aunque entendamos que son momentos que se marcarán para siempre en la memoria de los demás, estas escenas son solo un suspiro en la vida de Emanon. Eso no quita que haya espacio para los buenos momentos. Ella sigue disfrutando y, en definitiva, viviendo todos los momentos de su vida, como la mujer libre que es.
Las historias de Emanon se dividen en dos mangas: Emanon Recuerdos y Emanon Vagabunda. Recuerdos es tal cual un recuerdo de la travesía de un barco durante una fría noche de 1967, en la que un joven estudiante que vuelve a su casa se encontrara con nuestra protagonista. De igual manera que se presenta ante el, este tomo único sirve para que ella se presente ante nosotros, tanto mostrándonos su forma de ser como su historia personal. Por otro lado, Vagabunda es un conjunto de historias vividas por Emanon a lo largo de los años. Tan sencillo como eso.
Es que la sencillez es en gran parte la magia de esta obra. Kenji Tsuruta ha sabido transmitir al dibujo la prosa de Shinji Kaijo. Al ver sus viñetas uno puede sentir la profundidad de unas imágenes que no requieren de muchos diálogos para ser entendidas. Dan por hecho que el lector tiene la capacidad de comprender una historia que baja a lo terrenal y cotidiano una premisa de ciencia-ficción bastante profunda.
Fuera de ello, es que el estilo de Tsuruta resulta hermoso para una obra de carácter tan naturalista, aunque se permita tener paneles más fantasiosos. Desde los paisajes hasta los momentos más modestos son plasmados de gran manera. Por no hablar de la propia Emanon, que con sus ropas modestas, su mochila y un cigarro en los labios puede resultar tan interesante, pudiendo entender a todos aquellos que se cruzan con ella.
La mayor falla tras los mangas de Emanon no es un problema tal cual de la obra, sino de su distribución en España. Emanon Recuerdos y los dos primeros volúmenes de Emanon Vagabunda están publicados por la editorial Ponent Mon desde hace varios años, siendo 2017 cuando se publicó el último de los mencionados. El problema es que salió el tercer y, en teoría, último volumen de Vagabunda en 2020, haciendo que la obra se encuentre todavía inconclusa. Sin noticias de que esto se vaya a resolver, la única opción para quien quiera leer todo es adentrarse en aguas profundas.
En definitiva, Emanon es una serie de mangas muy especial, tanto a nivel narrativo como artístico, al que todo el mundo debería de darle una oportunidad. Puede echar para atrás que, en España, se encuentre inconclusa, pero lo único que se puede decir al respecto es que …
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