¡Sean bienvenidos una vez más, seguidores de Hanami Dango! Hoy nos sentamos a reseñar El guardaespaldas de Honeko Akabane, de Masamitsu Nigatsu y novedad de Distrito Manga. ¡Y que encantará a los más gamberros!

Título: El guardaespaldas de Honeko Akabane
Autor: Masamitsu Nigatsu
Editorial: Distrito Manga
Género: Acción, Comedia
Páginas: 192 páginas en B/N
Precio: 9,95€
Este enredo cómico que nos trae El guardaespaldas de Honeko Akabane arranca con la vida escolar de nuestros dos protagonistas, Honeko Akabane y Arakune Ibuki. Amigos de la infancia, aunque no coincidían juntos en clase desde Primaria. Ahora ambos van juntos al instituto Sōsōji en la clase 3-D. Hasta aquí, todo parece una historia promedio, pero entonces, descubrimos que Ibuki es el guardaespaldas de Honeko en secreto.

Ibuki en principio es un chaval corriente con un padre albañil, Takeo Ibuki. Pero… resulta que su padre fue un yakuza en el pasado para el clan Jingu. Aquí se inicia el hilo conductor de nuestra trama, Honeko es en realidad la hija del actual líder del clan, Masahito Jingu. No obstante, para evitarle una mala vida, su padre decidió darla en adopción a un matrimonio de abogados.

El problema es que, al estar próximo a retirarse y designar un nuevo cabeza de familia, la existencia de Honeko se ha filtrado dentro del clan y hay una recompensa de 100 millones de yenes por asesinarla. Su padre, preocupado, contrata a Ibuki para que la proteja, aunque en realidad tiene una doble misión. El líder del clan Jingu formó durante años un escuadrón especial dedicado a protegerla, escuadrón que ahora compone la clase 3-D junto a Ibuki. Aunque… si el escuadrón lo ha formado el propio líder…, ¡eso significa que la existencia de Honeko la ha filtrado alguien de la propia familia, es decir, un topo!

El cometido real de Ibuki es averiguar quién es el que está filtrando la información mientras se ocupa de que Honeko nunca descubra todo lo que se está orquestando de fondo. Y cuando la situación parecía que no podía ser más surrealistamente cómica…, llega lo mejor. Ibuki está completamente enamorado de Akabane y su popularidad básicamente es la de matón de instituto. Akabane, por su parte, es la presidenta del consejo estudiantil y… también está enamorada de Ibuki.

Esto resulta especialmente tierno dado que se suelen dedicar a discutir continuamente. Akabane normalmente reprende a Ibuki por sus conductas agresivas e imprudentes, que para ella no tienen sentido más allá de buscar broncas innecesariamente. Ibuki, por el contrario, admira que Akabane no tenga reparos en cantarle las cuarenta mientras todos los demás viven aterrorizados de él.

De modo que el día a día consiste en esquivar los constantes intentos de atentar contra la vida de Honeko por parte de múltiples mafiosos, a la vez que se mantiene el telón de la normalidad. En esa lucha, dentro del bando de Ibuki y la clase 3-D, nos encontramos con ciertos destacados en el equipo. Este subgrupo especial estaría compuesto por: Sumihiko, quien lidera el escuadrón; Tokinori Senzaka, que domina el arte del disfraz; Tote Aiman, experta trampera; Togeya, versada karateka; Amakuni, diestro francotirador; Yamihime, letal con su katana; y Kisshin, habilidoso forzador de cerraduras. Ellos y otros muchos forman la clase 3-D, compuesta de 22 alumnos – guardaespaldas.

Ibuki debe demostrar su valía, para conseguir ser el integrante número 23, dado que, en múltiples ocasiones, discute con los miembros restantes por sus métodos poco estratégicos. Los chicos de Sumihiko se limitan a cumplir con su cometido de manera discreta y planificada, mientras que nuestro protagonista va protegiendo a puro puñetazo limpio.
Resulta curiosa la similitud que realiza el autor cuando explica este punto entre los personajes y los arcanos mayores del tarot, que también son 22. Dando a entender que cada personaje posee una habilidad concreta, en similitud a las representaciones de las cartas. Pero que, sobre todo, aunque una carta pueda ser sumamente poderosa por sí misma, el verdadero poder se encuentra en la fuerza de la baraja, en el conjunto. Esto es parte de la lección que Sumihiko pretende darle a Ibuki cuando le da a entender que trabajarían mejor si se permitiese pensar en equipo.
Y cuando parecía que la trama no podía ponerse más divertida… ¡mejora aún más! ¿Qué pasaría si os decimos que entre los distintos aspirantes a sucesor de Masahito está otro de sus hijos que sí que se hizo yakuza?

¿Y si os decimos todavía más y os desvelamos que este personaje, Masachika, tiene un momento con Ibuki que nos recordó tiernamente a Sasuke y Naruto? Sobre todo, por el momento cómico sorpresa. Con unas viñetas muy bien dibujadas, la historia es cómica, dinámica y no se hace para nada pesada en ningún punto. Los personajes son carismáticos y la premisa, si bien no es sumamente compleja, es encantadoramente rocambolesca y surrealista. Si sois fans de Kindergarten Wars, desde luego vais a amar las situaciones absurdas y la dinámica romántica entre ambos protagonistas. ¡Y muy probablemente os guste el manga!
Por todos estos motivos no podemos dejar de recomendaros El guardaespaldas de Honeko Akabane. Más, si os apetece algo ligero y fresco para desconectar de títulos más densos o para entreteneros a base de carcajadas sinceras. Esperamos que en caso de que os animéis a leer la obra, nos compartáis impresiones tanto por aquí como por redes sociales. ¡Un abrazo y cuidaos mucho!