¡Bienvenidos, lectores y lectoras de Hanami Dango! Hoy os traemos una reseña del nuevo one-shot: Naruto: El remolino en el vórtice, hablaremos sobre qué nos ha parecido y lo relacionaremos con la inminente nueva entrega de Boruto.
Masashi Kishimoto es, junto a Eiichiro Oda, Kentaro Miura y muchos otros, uno de los grandes autores de literatura de finales del siglo pasado y principios del actual. No hay ninguna duda sobre esto, no debe haberlas. El éxito de Naruto es indiscutible y, si se contase con la oportunidad de releer o ver varias veces la serie, se podría comprobar la profundidad y complejidad que guarda la obra.
Hace unos meses se realizó una encuesta por parte de la Shonen Jump sobre la popularidad de los personajes de Naruto, avisando de que el personaje ganador de la encuesta tendría un lanzamiento único de una historia basada en él. El personaje que resultó ganador fue (hay que admitir que sin mucha sorpresa) posiblemente el personaje más poderoso y del que menos conocemos en la obra: Minato Namikaze.

Así nació Naruto: el remolino en el vórtice, que se ubica temporalmente antes de que sucediera la Tercera Gran Guerra Ninja. En el inicio vemos a un equipo formado por el galante Jiraiya, Minato, un miembro Uchiha (solo este dato daría para hablar largo y tendido, pero no nos vamos a detener en ello) y otro ninja que parece tener sangre propia de la Aldea de las Nubes.
El grupo se está enfrentando contra los bijū Son Gokū (Cuatro Colas) y Kokuō (Cinco Colas) y sus respectivos jinchūrikis, ante el peligro de ser atacados por bijūdamas, pero Minato ejecuta su Técnica del Dios relámpago y los salva teletransportándolos a un lugar seguro. Tras eso, volvemos a la Aldea de la Hoja, mientras Minato reflexiona que Kushina tiene una bestia del mismo calibre en su interior.
Y observamos cómo Kushina se despierta de una pesadilla en la que Kurama le insiste que rompa el sello que lo mantiene en su interior para liberarla de la empresa que supone tener un bijū dentro. La madre de nuestro protagonista mantiene una discusión con el que será el Cuarto Hokage sobre entrenar juntos, a lo que él responde que tiene que irse a practicar otra técnica, que es peligrosa y puede hacerle daño. Es entonces cuando se nos revela que Kushina no puede salir de un perímetro marcado con una espiral, para que así el sello que mantiene al Kyūbi a raya no se debilite.

Entonces, se produce un flashback donde mantiene una conversación con Mito Uzumaki, primera jinchūriki de Kurama y mujer de Hashirama Senju, el primer Hokage, la cual le dice que lo que tiene que hacer es llenar el vacío que tiene con amor (que es uno de los valores más importantes de la franquicia, como ya hablamos aquí). Volvemos al presente y derrota a los ninja que la vigilaban y se escapa de la barrera de sellado, yendo a buscar a Minato.
Este se encuentra con Jiraiya practicando lo que, sin dudar ni un solo momento, identificamos como el rasengan.Tras darse cuenta el maestro de que su alumno tiene dos remolinos del pelo, cada uno girando para lados opuestos (y dice que el chakra sigue ese movimiento); entonces, Minato hace girar el chakra en ambas direcciones, consiguiendo dar a luz a la nueva técnica.
En ese momento, aparece Kushina de entre los árboles y le pide perdón por haberle gritado, a lo que responde que le disculpe a él, pero estaba creando una técnica para protegerla. En ese momento, Kurama se descontrola y aparece una cola de chakra alrededor de Kushina que golpea a Minato, el cual, recuperado, refuerza el sello del interior de Kushina, manteniendo al Kyūbi tranquilito.

Entonces volvemos al flashback con la señora Mito, cuando le pide que suba una escalera en espiral, que, al contrario que el remolino, que solo tiene dos dimensiones, esta tiene tres. Esto añade profundidad a esta historia, y a toda la obra en su totalidad, pues uzumaki significa espiral. Diciéndole que en lo alto del todo se encuentra «lo que colma su hueco como recipiente», lo que le da amor, lo que le hace sentirse orgullosa de ser el jinchūriki del Kyūbi: desde arriba del todo vemos la Aldea de la Hoja en su totalidad.
Estas viñetas se cierran con estas palabras de Mito: «Kushina, es cierto que tal vez vivamos en un remolino, pero si tratamos de escalarlo seguro que hallaremos el amor. Y, entonces, estoy segura de que el remolino se convertirá en una espiral». Entonces, volvemos a la escena con Minato y Kushina librándo una lucha contra el Kyūbi, asestando el último golpe Minato con el rasengan.
La siguiente escena ocurre en el hospital con Minato hospitalizado, pues había sido gravemente herido por la Bestia de las Nueve Colas, y continúa con un paseo de los dos protagonistas de la historia. Mientras Kushina comenta que el rasengan se parece mucho a la bijūdama, Minato responde que se inspiró en ellas para logar algo que consiguiera protegerla de esos ataques. Al decirle el nombre que Minato había pensado («bola remolino doble al estilo de Jiraiya inspirada por los helados con halos»), Kushina le responde que se lo pondrá ella y que lo llevará a un sitio especial.

Lo lleva a las mismas escaleras en forma de espiral a las que Mito la llevó a ella de pequeña y en la cima del todo, dice que la técnica se llamará «rasengan» (tr. bola espiral) y Minato acepta el nombre. Así acaba la historia especial de Naruto que tiene como protagonista no solo a Minato, también a Kushina, el amor entre ellos y todo un simbolismo entre el remolino y la espiral.
Llegamos ahora a nuestra conclusión: este era el camino que debía haber tomado la franquicia Naruto para continuar la historia. No decimos que Boruto (hablamos únicamente del manga) sea malo, y, de hecho, los últimos capítulos son realmente interesantes y parece que vamos a ver buen material próximamente, pero no siempre ha sido así; 2022 fue un año bastante regular para el manga y el anime ya se fue de madre.
Sin embargo, estas historias, que completan la historia de la obra cumbre de Masashi Kishimoto, se nos antojan más redondas a la hora de cerrar el círculo que se abrió en 1999 con la publicación de Naruto. Había (y hay) muchas lagunas que se dejaron sin contar en su totalidad: la juventud de Minato, la Tercera Gran Guerra Ninja, el conflicto de los Uchiha, el mandato del Segundo Hokage, por decir varios temas que se podrían tocar en historias sueltas que completasen el círculo.
Sin embargo, no queremos despedirnos con este mal sabor de bocas, seguiremos leyendo con esperanza Boruto y esperaremos con ansias nuevas entregas como esta. ¿Qué te ha parecido este one-shot? ¿Tienes fe en lo que nos deparará Boruto? O, sin embargo, ¿prefieres este tipo de historias? Te leemos en comentarios y por Twitter. Podéis seguirnos en Twitter, Instagram, Twitch o en nuestro canal de Discord. ¡Recordad que también tenemos Patreon y una tienda de ropa anime! ¡Hasta la próxima!