¡Bienvenidos, queridos dangos! En este artículo os traemos una reseña manga al primer tomo de la obra No soy un ángel, de Ai Yazawa, a quien muchos conoceréis por las mundialmente famosas Nana y Paradise Kiss.

Título: No soy un ángel. Ultimate Edition.
Autora: Ai Yazawa.
Páginas: 424.
Género: romance escolar.
Demografía: shojo.
Editorial: Planeta Cómic.
Traducción: Yoshimi Ito.
Tomos: 4.

Adentrándonos en el Instituto Hijiri

La obra nos presenta una situación algo peculiar dentro del ambiente escolar, y es que los estudiantes son la primera generación que estrena este instituto. Por tanto, es hora de crear la nueva y primera asociación de alumnos.

Midori, nuestra protagonista, es la principal candidata para este puesto por parte de sus compañeros de clase, que la conocen como el ángel de la clase A. Sin embargo, es superada en votos por Akira, un chico misterioso del que Midori está enamorada.

Antes de continuar, presentemos a los integrantes de esta primera asociación de alumnos. El presidente es, como hemos mencionado, Akira. La vicepresidenta es por consiguiente Midori. Como secretarios están Bunta, un chico muy animado amigo de Midori, y Yuko, compañera de clase de Bunta algo distante y fría. Por último, Shuichi ocupa el puesto de tesorero, quien es el guaperas de la escuela.

Seguiremos a este variopinto grupo durante los diferentes eventos que deben realizar para animar el espíritu del instituto, además de hacerlo atractivo para posibles nuevos estudiantes. Pero, como suele ser lo normal en este tipo de obras, lo importante aquí son los sentimientos de Midori por Akira y su acercamiento.

Los inicios del romance

Al ser la reseña del primer tomo de No soy un ángel, vamos a centrarnos en cómo empieza esta historia. Como veremos más adelante, no es un despegue que podamos evaluar carente de turbulencias, pero al menos nos deja con expectativas interesantes.

Vamos a tratar varios puntos de este primer tomo, por lo que este es el momento en el que avisamos que habrá spoilers de algunos eventos de la obra. Aun así, al ser solo cuatro tomos en total, no suponen grandes revelaciones de lo que vendrá, sino más bien los cimientos que asientan los dramas futuros.

Pues sin más preámbulos, empecemos con la historia que nos trae No soy un ángel. Como ya hemos introducido, seguimos a Midori como parte de la primera asociación de alumnos del Instituto Hijiri, mientras ella misma debe lidiar con sus sentimientos por Akira.

Midori se enamoró de Akira al ver que el misterioso alumno que suelen tachar de un delincuente tenía un corazón, pues lo vio rescatando a un gatito callejero. Aun así, no es hasta que se celebran las primeras votaciones para la asociación de alumnos que se encuentra cara a cara con él.

Forzados a trabajar juntos, Midori empezará a descubrir que Akira simplemente se muestra distante, pero que es una persona divertida, cuidadosa y cercana, lo que hará que crezca el sentimiento por él.

Por desgracia, empieza a tener dudas de si podrá confesarse al ver que este tiene un regalo para una tal «Hiroko», quien automáticamente sospecha será su novia. Esto hace que se deprima temporalmente, aunque decide aprovechar los ratos que tienen juntos.

Nada indica que Akira tenga una relación, pero el recuerdo del regalo no deja de perseguir a Midori hasta que conoce a la hermana pequeña de Akira, con quien no vive debido a sus padres divorciados. Ella se llama Hiroko, lo que elimina temporalmente el peso de la posible novia de Akira.

Sin embargo, esto no dura mucho, pues el cumpleaños de la niña es mucho más tarde de cuando ella encontró el regalo. Finalmente, descubrirá que hay otra Hiroko a quien seguramente tenía como destinatario el regalo, la profesora de artes que ha estado animando y apoyando a Midori para que creen un club de arte en el instituto.

Pese a que esto no confirma que haya nada entre ellos, el que la profesora acabara adoptando al gatito que encontró Akira deja algo intranquila a Midori. En un viaje solos al parque de atracciones le confronta con ello, a lo que el chico le cuenta que se conocen debido a que la profesora es la novia de un profesor particular que tuvo en secundaria.

Tras esto, y con la pareja en una noria, el tomo finaliza con un beso entre ellos, que sella el inicio de la relación como tal. Sin embargo, ¿es verdad todo lo que sabemos o hay algo más en el pasado de Hiroko y Akira? Para descubrir eso tocará seguir las aventuras de Midori en los siguientes tomos.

Un primer tomo algo irregular

Durante el trascurso del primer tomo de No soy un ángel pasan más eventos de los descritos previamente, pero son elementos secundarios o de fondo que no influyen como tal en el ritmo global ni en la trama que realmente se nos vende.

Es por ello que, teniendo en cuenta solo su primer tomo, no termina de quedar claro si enganchará como tal a todos los públicos, pues este constante enredo de pensamientos catastróficos no ha envejecido tan bien.

En las obras que tenemos actualmente también podemos encontrar protagonistas como Midori, que prefieren montarse sus propias películas totalmente desproporcionadas antes de hablar o esperar, pero en este caso, es lo que genera como tal la irregularidad en el ritmo a la hora de contar la historia.

Gracias al acompañamiento de los eventos que deben organizar como asociación de alumnos, vemos un progreso que no se ve directamente en Midori, lo cual es ciertamente descorazonador, pues ella es, como tal, un personaje muy interesante y divertido de seguir.

Al final, podemos ver todos los elementos típicos en la creación de Ai Yazawa, donde el humor, el drama y los personajes diseñados como palos ofrecen una historia que merece la pena leer, aunque no siempre te enganchará y tendrás que avanzar forzadamente hasta el siguiente evento que continúa la historia.

La edición de Planeta Cómic

Esta reedición titulada como «Ultimate Edition» ofrece la buena nueva de que trae las páginas a color pintadas, por lo que se pueden disfrutar ahora como estaban hechas originalmente.

En general, como ya nos tiene acostumbrados Planeta Cómic, la edición del tomo es espectacular, con muchísimos detalles e impecable. El único pero que se le podría sacar es que, al tener unas dimensiones de tomo normal, el que sea tan grueso no siempre lo hace cómodo de leer, pero no supone tampoco un gran problema.

En los diálogos y adaptaciones de onomatopeyas también vemos un trabajo acorde y limpio. Además, en las páginas finales nos aguardan una dedicatoria de la actriz Yu Kurosawa, hablando de lo que significó para ella esta obra, y una pequeña historieta de la propia creadora.

Nos acercamos al final

Para cerrar el artículo, falta ofrecer un pequeño resumen de lo comentado y la opinión general. No soy un ángel es una obra con potencial, pero con unos giros dramáticos algo pesados que ralentizan en ocasiones el resto de la historia.

No consideramos que sea una mala obra, pero sí que no todo el mundo lo disfrutará igual, pudiendo dejarla si se le hace bola. Para saber si esta obra es para ti, la mejor comparación sería decir que Midori es como Hachi de Nana, pero mucho más centralizado en ella y sus recaídas emocionales.

Y hasta aquí todo lo que os queríamos contar en la reseña del primer tomo de No soy un ángel. Como ya están todos publicados, si creéis o sabéis que os va a gustar, podéis cometer la locura de pillar los cuatro tomos de golpe y devorarlos de una sentada. Nosotros no os vamos a juzgar, pues somos iguales.

Esperemos que esta reseña os sirva de ayuda y estad atentos a los nuevos artículos que vamos sacando, pues la maquinaria nunca se para. Podéis seguirnos en redes, conversar con nosotros en Discord y vernos en Twitch. ¡Hasta la próxima!

No soy un ángel reseña_10 - Hanami Dango

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