¡Bienvenidos, seguidores de Hanami Dango! Perdidos entre la hierba es un manga de Keigo Shinzo, el genio del manga sensible de nuestro siglo. Inspirado en autores como Inio Asano, este mangaka tiene una amplia bibliografía de base autoconclusiva y carácter social, entre las que encontramos Holiday Junction, Hirayasumi (nominada al premio Manga Taisho 2022) y Tokyo Alien Brothers, una de sus obras más conocidas e, incluso, adaptada al formato live-action, entre muchas más. Y entre ese «muchas más» encontramos la difícil, sensible y dramática historia de Perdidos entre la hierba, una obra tan necesaria como respirar. ¡Empezamos con la recomendación!
El manga tuvo su fecha de lanzamiento en el mercado español el 29 de noviembre del año pasado de la mano de Milky Way Ediciones. Son cuatro tomos y la obra está finalizada, pero no por ello olvidas cada emoción que transmiten las escenas más duras desde su principio hasta su fin.
Pero, ¿de qué va este manga? Pues bien, nos adentramos entre la hierba con la impulsiva e independiente estudiante Shiori Umino y el valiente y justo policía Hajime Yamada. Ambos se conocen en una redada contra un local de alterne, que se aprovecha de la situación de las jóvenes en riesgo de calle.
La joven Shiori le recuerda muchísimo a su difunta hija y su semejanza tambalea tan emocionalmente a Yamada que ya no puede dejar de darle vueltas a la situación crítica de Shiori. La joven huye constantemente de su casa debido a los maltratos que sufre por parte de su madre. Shiori hará frente a muchos peligros hasta aprender a empezar de cero gracias a la ayuda de Yamada… No obstante, ¿será todo fácil?
Anatomía emocional de los personajes.
Perdidos entre la hierba no es un manga para pasar el rato. Sí, puedes y tienes el derecho de tener esta intención, pero cuando empiezas a sumergirte en la historia, acabas cada tomo agradeciendo lo afortunados que somos.
Esta no es una historia fácil, y en el trayecto de la joven Shiori te das cuenta. La protagonista sufre maltrato físico y psicológico. Nadie ha cuidado de ella. Ha vivido a solas con una madre que es dependiente de la bebida y cuya comunicación se basa en golpear a su única hija. Shiori no tiene un ejemplo a seguir ni conoce el amor. Sin embargo, el personaje muestra muchísima valentía porque no trata al mundo con la misma crueldad. Protege a los débiles como al pequeño Gara, un gato callejero herido que consigue el cariño absoluto de la estudiante.
Un dato curioso de Shiori Umino es que no tiene talento para dibujar. Aun así, intenta desarrollarlo sin éxito. Cada vez que observa la realidad y quiere plasmarla en papel, le vienen los recuerdos de su madre golpeándola con su cuaderno de dibujo escolar. Como diciéndole entre duras palizas: «Tu talento no vale. Es un sueño absurdo».
En este panorama, Shiori necesita huir. El personaje no sabe a dónde, ni siquiera sabe lo que busca. Pero el lector que hace de espectador, lo sabe. Busca amor. Amor sano.
Amor incondicional que la eleve hacia sus sueños y la empodere hacia un futuro desde un presente como estudiante. La joven se enfrenta sola en sus continuas huidas a una ciudad llena de monstruos como Tokio. Ha vivido demasiadas experiencias para su corta edad. Hajime Yamada consigue demostrarle a Shiori que merece el mismo amor que cualquier persona. Que él le da la oportunidad de ser cuidada desde una figura paternal. Esto demuestra muchísimo la generosidad por parte de nuestro protagonista varón, dado que Yamada se ha castigado a sí mismo por la muerte de su hija. Su autoestima como protector está desintegrada y carga con toda la culpa sobre su alma. Aun así, saca el valor para hacer frente a las adversidades para proteger a Shiori Umino, derrotando a sus titanes mentales y a las propias leyes del sistema.
Una clara demanda social
Cuando hablamos de la importancia de describir las personalidades de ambos protagonistas, estamos señalando los retos que personas tan valientes, pero duramente heridas, deben enfrentarse diariamente para encontrar la paz en un sistema que apenas se para a escucharlos. Por ende, el autor da importancia a resaltar las excusas y defectos del propio sistema.
Vamos por partes: en Japón existen cerca de 130.000 casos de maltrato infantil anuales y la tendencia sigue subiendo. Sin embargo, la Sección de Bienestar le comunica a Yamada que no pueden hacerse cargo de Shiori porque están dando prioridad a niños y niñas menores de 16 años. Y es que estos centros no pueden ocupar todo el rango de edad de este drama social porque están al límite. Por tanto, le dan una primera alternativa: Shiori Umino tendría que acogerse al sistema de adopción.
Siguiendo el hilo de este punto, hablamos de un problema serio en este manga. Shiori es el reflejo de muchas chicas que huyen de la violencia de sus hogares para encontrar un futuro digno. Pero en ese camino, hay monstruos que se aprovechan de este drama social abusando sexualmente de ellas e, incluso, acabando con la vida de estas chicas.
Shiori lo vive en carne propia y es consciente de que si sigue por este camino no tendrá futuro. Además, parece que vivimos en un mundo que da la espalda a perfiles similares a los de Shiori. Jóvenes que cargan con heridas emocionales que necesitan una integración empática como una gestión responsable por parte de autoridades e instituciones.
Este manga nos demuestra que la integridad de policías como Yamada consigue salvar a Shiori demostrándole que merece amor y el derecho de un futuro donde ella se vea plasmada en sus sueños. Pequeños placeres cotidianos como comer juntos en una misma mesa arroz cocido o un hogar formado por alguien que te diga «Ten cuidado» es todo lo que se necesita para salvar a Shiori Umino.
El amor siempre une a los que están perdidos entre la hierba.
¡Y aquí termina nuestro post de hoy!
