¡Bienvenidos, lectores y lectoras de Hanami Dango! Hoy os traemos la reseña de Boruto -Two Blue Vortex-, la secuela de Boruto: Naruto Next Generations, de la mano de Planeta Cómic; creada y supervisada por Masashi Kishimoto y dibujada por uno de sus célebres ayudantes, Mikio Ikemoto.

Título: Boruto -Two Blue Vortex
Autor: Masashi Kishimoto (Creador) / Mikio Ikemoto (Dibujo)
Traducción: Sandra Nogués
Editorial: Planeta Cómic
Género: acción, thriller, religiones
Páginas: 184 páginas B/N
Número de tomos: 1 (abierta, 2 en Japón).
Precio físico: 8,50€.
Trama
Antes de exponeros el que creemos que es el principal error de Boruto, hagamos un breve resumen de lo que ha pasado hasta ahora: la Gran Guerra Ninja ya es cosa del pasado y ahora la Villa Oculta de la Hoja goza de una era de paz. Sin embargo, un día el Clan Ootsutsuki la asalta y le pone una misteriosa marca llamada «karma» a Boruto, el hijo del Séptimo Hokage Naruto Uzumaki.
Tras el incidente, Boruto se topa por casualidad con un joven llamado Kawaki que, igual que él, también tiene el «karma». Naruto acoge a Kawaki en su casa para protegerlo, por lo que el chico le tiene un profundo respeto y pronto empieza a considerar a Boruto como un hermano.

No obstante, durante el combate contra Code, que ha heredado la voluntad de los Ootsutsuki, Kawaki le infringe una herida mortal a Boruto para detener su transformación en Ootsutsuki. El hijo del Hokage consigue eludir a la muerte gracias al poder de Momoshiki, pero entonces Kawaki sella a Naruto y a Hinata y vuelve a ir tras la vida de Boruto.
Por si esto fuera poco, Boruto y Kawaki se intercambian los puestos por culpa de una habilidad de Ada llamada «omnipotencia», y todo el mundo los percibe como si Kawaki fuera el hijo de Naruto y Boruto un forastero perseguido por la Villa, en ese momento, Boruto desaparece con Sasuke.

De esta manera, la situación que se presenta en este primer tomo, sobre todo en el primer capítulo, es cómo está la Villa de la Hoja actualmente, quién ostenta el cargo de Hokage a falta de Naruto y cómo los personajes han cambiado durante el tiempo que Boruto ha estado fuera.
Mientras se van presentando las nuevas estéticas de los personajes, que dejan de ser niños para ser adolescentes, empiezan a aparecer los arañazos de Code por los que puede teletransportarse y llegar junto a unos monstruos que están vinculados de cierta manera al Jūbi («Diez colas») y que tienen como única orden comerse un Ootsutsuki y, por ende, todo lo que posea chakra.

Más tarde, de forma bastante arrogante y chulesca propia de un ninja alumno de Sasuke, aparece Boruto pisándole la cara a Code, con una gran capa negra y una espada que nos es muy familiar a los que hayamos seguido la primera parte del manga, efectivamente, se trata de la katana que Sasuke lleva en Boruto: Naruto Next Generations.
Mientras, toda la aldea entra en pánico porque dos de los mayores peligros para la Villa están en ella, ambos están dentro tranquilísimos diciéndose lo mucho que quieren acabar con la vida de su contrincante. En medio de esa marabunta de gritos, Boruto le pide a Code que colabore con él para controlar a esos monstruos antes de que sea tarde, a lo cual, el último miembro de Kara («Cascarón») se niega.

Boruto le amenaza diciendo que acabará con su vida si no le ayuda y Code vuelve a tomárselo como un farol, en ese momento Boruto hace uso del Rasengan Uzuhiko, un nuevo jutsu desarrollado por el hijo del Séptimo Hokage, que aprovecha el propio chakra del usuario junto con lo que Boruto denomina chakra planetario -energía generada por la fuerza centrífuga del planeta– para infundir al ataque una potencia teóricamente ilimitada.
Code recibe de lleno el golpe y apenas nota nada, recordando esta escena a la primera que Naruto usa el rasengan contra Kabuto y aparentemente no había recibido daños, pero pronto el último miembro interno de Kara se da cuenta de que no puede ni levantarse del suelo. Esto es debido a que el giro inducido con el Rasengan se queda en el objetivo de manera permanente.

De momento parece que es una habilidad muy poderosa y difícil de contrarrestar y la única desventaja que parece tener es que necesita de mucho tiempo de preparación y estar medianamente quietecito mientras concentra dicha técnica, además él puede parar el efecto en el momento que quiera.
Cuando Code ya está casi acabado, Kawaki se entromete y este logra escapar al lugar en el que está el Jūbi, donde rápidamente, gracias a la técnica de su abuelo, el «Jutsu del Dios del trueno volador» (Hiraishin no Jutsu), consigue llegar Boruto, el cual le vuelve a pedir a su enemigo que colabore, a cambio eliminará los efectos del Rasengan Uzuhiko.

Code se niega y entonces, el Diez Colas, que hasta hace un momento estaba presente, desaparece y aparecen monstruos como los que acompañaban a Code, pero con siluetas que nos resultan familiares y muchísimo más poderosos. Por suerte Boruto vuelve a utilizar la misma técnica de teletransporte y vuelve a su zona segura, donde le esperan Kashin Koji y alguien atrapado en un árbol…
El problema de Boruto
Naruto tiene que morir. Y Sasuke también. Su era ya pasó, ambos son los héroes de una difícil época pasada y todos valoramos a Kishimoto, su obra magna y los personajes que creó en ella. Pero desde el momento en el que Boruto enuncia que esta es su historia, los dos héroes pasan a ser una carga de cara a la nueva historia.
De hecho, que gracias a la «omnipotencia» de Ada ahora Kawaki sea el hijo de Naruto y por tanto porte el apellido Uzumaki y Boruto no tenga apellido y haya perdido su raigambre familiar parece un intento del autor de despegar a Boruto de las glorias pasadas que fueron sus padre y su maestro.

Sobre la técnica anteriormente mencionada no sabemos mucho aún, todavía es una incógnita, al igual que la propia Ada y su hermano Daemon, no sabemos cómo van a ser utilizados estos personajes en un futuro de la misma manera que no comprendemos muy bien por qué los poderes de Ada no afectan a Sumire y podemos medio intuir por qué tampoco a Sarada.
Dejando eso de lado, Boruto -Two Blue Vortex- rescata la mejor acción de Naruto y de la parte final de Boruto, pero también nosotros tenemos que aprender a mirar con otros ojos y no buscar a Naruto a cada página del manga, así no se va a poder disfrutar jamás del manga.

Desde aquí, queremos recomendar tanto el manga de Boruto: Naruto Next Generations como, sobre todo, Boruto -Two Blue Vortex-, donde la historia promete ser más adulta e interesante. Desde luego, el anime no le hace justicia a la historia que cuenta el manga porque tiene demasiadas historias de relleno.
Como conclusión, os aconsejamos que le deis una oportunidad a Boruto -Two Blue Vortex- y os animamos a que nos comentéis qué os ha parecido. ¿Ya habíais leído Boruto: Naruto Next Generations? Os leemos en comentarios y por Twitter. Podéis seguirnos en Twitter, Instagram, Twitch o en nuestro canal de Discord. ¡Recordad que también tenemos Patreon! ¡Nos leemos en la próxima!