¡Galácticos días, intrépidos lectores de Hanami Dango! ¿Qué pasa cuando eres el director de una de las películas anime más influyentes de la historia y decides juntarte con otros tres grandes animadores? Pues que surge Memories, una de las mejores películas antológicas (o episódicas), tanto del anime en particular como del cine en general. Con motivo del 30 aniversario de su estreno y su pronta proyección en la edición 31 del Manga Barcelona, es turno de darle el cariño que se merece a esta película.

Título: Memories (Memoriizu).
Año: 1995.
Directores: Katsuhiro Otomo, Koji Morimoto y Tansai Okamura.
Guion: Katsuhiro Otomo y Satoshi Kon.
Estudios: Studio 4°C y Madhouse.
Licencia en España: Selecta Vision.
Disponible en: AnimeBox.
Las películas de cortos que se quedan en nuestro recuerdo
Como ya habéis leído el nombre de los implicados en la ficha de la película, vamos a hacernos los tontos hasta la parte correspondiente a cada corto.

Como se ha mencionado al principio, Memories es una película antológica, también llamadas películas episódicas o «de cortos».
Esta clase de películas son, ni más ni menos, un grupo de cortometrajes recopilados y, por lo general, asociados bajo algún punto en común: temática, estilo visual, el mismo director, etc. En este caso, podríamos considerar que el nexo es que las tres historias están concebidas por Katsuhiro Otomo, quien se unió a un talentoso grupo para llevarlas a cabo.
Las antologías de cortos no son un concepto que pueda resultar extraño para cualquiera que vea series o películas, ya sean animes o live action. Este es un formato que viene acompañándonos desde los inicios del cine y de la televisión. Es en esta última donde más han proliferado las antologías de cortos en los últimos años. Quedándonos en los últimos años, tenemos ejemplos como Star Wars: Visions, Love, Death + Robots, Black Mirror, Kinds of Kindness, Predator: Asesino de asesinos…

Aunque hemos mencionado ya el caso más reciente, Star Wars: Visions, en el mundo del anime son una serie de proyectos recurrentes a lo largo de su historia.
Siguiendo con franquicias estadounidenses, tenemos Batman: Gotham Knight (2008) o The Animatrix (2003).
Por otro lado, tenemos algunas en las que han participado directores que ya son historia del anime, como Robot Carnival (1987), con el debut de Katsuhiro Otomo, o Neo-Tokyo (Laberinto de Historias) (1987), donde le acompañan directores de la talla de Yoshiaki Kawajiri (Ninja Scroll) o Rintaro (Metrópolis de Osamu Tezuka).
Moviéndonos a este siglo, se encuentra la bilogía Genius Party (2007 y 2008), con la presencia de Masaaki Yuasa, o la producción chino-japonesa Flavors of Youth (2018), con Li Haoling (Link Click, To Be Hero X y La Bendición del Oficial del Cielo).

El encanto de esta clase de películas o series son, para quien escribe estas líneas, las posibilidades. Posibilidad de descubrir historias en menos de 30 minutos que puedan deslumbrarte más que películas de 2 horas. Posibilidad de descubrir autores con una mirada propia que dan sus primeros pasos para darse a conocer. Posibilidad de ver a los animadores de un estudio sacar su lado más salvaje en la animación.
En definitiva, es un campo de experimentación para estudios y animadores en el que el único objetivo es dejar al espectador con la boca abierta, o, al menos, que pase un buen rato.
Esta inmensidad de posibilidades y de experimentación es, a la vez, su mayor desventaja. Es fácil que haya cortos que disfrutes más que otros, ya que puede darse el caso de que no te interese el acercamiento de un corto (o que te parezca aburrido). En estos casos, el todo no es más que la suma de sus partes.
Por suerte para vosotros, en esta recomendación de Memories vais a ver que todo el contenido es magro. Pura calidad en cada corto y teniendo la duración que debe de tener. Así que ¡vamos con ello!
Rosa magnética: Recuerdos del espacio.

Título original: Kanojo no Omoide.
Director: Koji Morimoto.
Guion: Satoshi Kon.
Música: Yoko Kanno.
En el primer corto de esta recomendación de Memories, empezamos como en Alien, el octavo pasajero: con camioneros espaciales. Tras una llamada de emergencia, los protagonistas del corto se dirigen a una estación espacial cuyo interior parece inspirado en los palacios europeos. Dentro de la nave, empezarán a sufrir debido a las proyecciones de la vida de la dueña de la estación, la cantante de ópera Eva Friedel, las cuales parecen entremezclarse con proyecciones de sus propias vidas.
Rosa magnética es, sin lugar a duda, el corto más representativo de Memories, siendo el que respira una ciencia-ficción más pura, con una historia en el espacio, naves espaciales, inteligencias artificiales, trajes espaciales, etc. Además, es el que más encaja con el título de la película por lo que va desarrollándose en su corta historia.

Tampoco es fácil olvidar sus guiños a la ya mencionada película de Ridley Scott. Más allá de que la propia premisa de inicio resulta parecida, tenemos otro guiño en el nombre del esposo de Eva, Carlo Rambaldi, que es el mismo que el del creador de los efectos especiales de Alien (y de E.T., el extraterrestre).
El director tras este corto es Koji Morimoto, quien puede ser el más de desconocido entre los nombres del largometraje pese a ser una de las personas a cargo de la dirección de animación en Akira. Esto es debido a que, pese a realizar ocasionalmente cortos y videoclips animados, se ha dedicado más a las labores de comandar Studio 4°C, del que es cofundador.
Por si fuera poco, el nombre de Morimoto queda solapado por el del guionista del corto: el legendario Satoshi Kon. No es para menos, pues, pese a venir de una historia de Otomo, Rosa magnética tiene todo lo que puede ofrecer una de las obras propias de Kon. El estudio de la psique de los personajes, pese a la escasa duración, recuerda a los trabajos del futuro director, como Perfect Blue o Millennium Actress.



En donde no encontramos a Satoshi Kon es en la dirección, por obvios motivos. Koji Morimoto realiza un trabajo formal impecable que, pese a no ser tan icónico como el de Kon, nada tiene que envidiarle. No es de extrañar que Otomo decidiera colaborar con él en esta película y en la ya mencionada Robot Carnival.
A estos dos nombres se suma otro igual o más mítico ya que el de Kon: Yoko Kanno, invitada en esta edición del Manga Barcelona. La conocida compositora realiza una trabajo que, partiendo de la historia, se sostiene sobre varios temas de la ópera Madama Butterfly. El resultado da un aire trágico a toda la historia, tanto a la de Eva como a la de los basureros espaciales que acaban en la estación.
Bomba fétida: Recuerdos de monstruos gigantes.

Titulo original: Shaishu-heiki.
Director: Tensai Okamura.
Guion: Katsuhiro Otomo.
Música: Jun Miyake.
Tras empezar la recomendación de Memories con el corto más trágico, toca continuar con el más desenfadado.
Nobuo Tanaka, un empleado de un laboratorio farmacológico, decide tomarse un medicamente experimental para curarse del resfriado. Lo que no se esperaba Nobuo es que esto le volvería, como el título indica, en una letal bomba fétida andante. Todo aquel al que su mal olor lo pilla de paso acaba en el otro barrio.
El resto del corto consistirá en Nobuo intentando llegar a Tokio con los datos del fármaco, mientras las fuerzas de autodefensa intentan detener su avance con divertidos resultados. Lo que no sabe Nobuo es que el medicamento era en realidad un arma biológica experimental, siendo su vida lo menos relevante en todo lo que está ocurriendo.

Este corto viene de la mano de Tensai Okamura, al que podríamos considerar un obrero de la animación. Pese a ser un nombre que quizás no le suene a muchos, está presente en los créditos de muchas obras conocidas: Mi vecino Totoro, Neon Genesis Evangelion, Ghost in the Shell, Cowboy Bebop, Soul Eater, Sword Art Online, etc.

A lo largo de su carrera, se ha centrado principalmente en la realización de storyboards y keyframes, pero también se le ha podido ver como director en series más que conocidas. Entre sus créditos como máximo responsable se encuentran Seven Deadly Sins y Blue Exorcist o la más reciente película de My Hero Academia, You’re Next.
Okamura no será un director que se haya hecho notar entre el gran público, pero sabe trabajar de esto y entiende a la perfección el guion de Otomo. En Bomba fétida, el tono burlón transpira por todos los poros del corto, ya que el corto es una parodia al Kaiju-eiga, el subgénero de monstruos gigantes.
El género estaba en un buen momento con la era Heisei de Godzilla, una de las mejor valoradas del monstruo radiactivo. El mismo año que se estrena Memories, verían la luz la valorada Godzilla vs Destoroyah y Gamera, el guardián del universo, película que supuso la revitalización del rival del monstruo de la Toho.
Básicamente, Bomba fétida consiste en reírse de los típicos momentos del Kaiju-eiga en los que las fuerzas militares son incapaces de detener al monstruo. Solo hacía falta cambiar al monstruo gigante por un tipo que apesta cual queso viejo.
Este tono socarrón se ve acrecentado por la banda sonora de Jun Miyake, especialmente con el tema principal y el favorito de la película para el redactor: Nobuo’s Groove. En sus tres distintas versiones, el tema encarna a la perfección ese espíritu burlesco y ligero que tiene el corto.
Rosa magnética y Carne de cañón podrán ser los cortos que la mayoría de la gente escogería como sus favoritos de Memories, pero con el que mejor te lo puedes pasar es con Bomba fétida.
Carne de cañón: Recuerdos de la distopía.

Título original: Taihou no Machi.
Director y guionista: Katsuhiro Otomo.
Música: Hiroyuki Nagashima.
Dentro de esta recomendación de Memories, cerramos con el corto más peculiar de la película. Además de ser el corto de menor duración (20 minutos mientras los otros eran de 40), es el que tiene un diseño artístico y una historia más particulares. Eso sí, al ser el más corto es en el que menos nos vamos a detener.
En Carne de cañón vemos, desde el punto de vista de un niño, un día dentro de una sociedad distópica. La nación en la que se encuentra vive en guerra, lo que ha orientado a la sociedad a tener una relación cuasi-religiosa con la artillería. Todos los empleos parecen destinados al uso militar y lo que se estudia en el colegio es la ciencia tras los disparos. Todos viven por y para hacer disparar cañonazos a un enemigo del que tampoco parecen tener mucho conocimiento, pero a quién le importa eso, ¿verdad? ¿VERDAD?

Este corto de Otomo representa a la perfección lo que (bastantes) párrafos atrás decíamos de las posibilidades que ofrecen las películas de cortos. Otomo sabe dar un mensaje contundente con un estilo que destaca a la vista y todo en apenas 20 minutos. Un ejercicio crítico con una calidad creativa maravillosa.
Hay que añadir también que, salvando las distancias, podría tener algo de influencia en la que sería, por ahora, la última película de Otomo, Steamboy.
Hasta aquí esta recomendación de Memories. Como mencionamos antes, una película episódica quizás no pueda ser más que la suma de sus partes, pero, cuando son tres partes tan buenas, tampoco es que haga tanta falta. Si habéis visto ya la película, ¿cuál es vuestro corto favorito? Os leemos en comentarios.
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