¡Moshi, moshi, dango pockets! Siempre será un placer escribir sobre el mundo del anime para ustedes. Seguro en algún momento han estado en esa situación: cuando las personas se preguntan si el anime es solamente para niños, bien, hay un motivo por el que podríamos hacerles ver Mr. Villain’s Day Off (Kyūjitsu no Warumono-san), y otro por el que deberíamos evitarlo. Pese a lo contradictorio que podría sonar, ambos son fortalezas de la serie: parte de la esencia de algo más grande.
Hoy no será el día en que debatamos acerca de las persistentes infancias en nuestro intento de adultez que, cabe mencionar, nada y todo tienen que ver con mirar anime antes de irnos a trabajar. Hoy nos centraremos en el mágico y también cotidiano disfrute que brinda un título especial: Mr. Villain’s Day Off, una muestra de lo complejo, insondable y evocador que puede llegar a ser el anime como una narrativa madura, y que nos invita a apreciar nuestro tiempo en el mundo.
La obra escrita e ilustrada por Yuu Morikawa se serializa desde 2018 bajo el sello de Gangan Comics Pixiv. Actualmente se compone de cinco volúmenes recopilatorios y es considerado un josei.
En invierno de 2024 llegó la adaptación de una primera temporada que constó de doce episodios y estuvo a cargo de SynergySp (Solo Camping for Two) y Shin-Ei Animation (Peligros en mi corazón). Mr. Villain’s Day Off es una belleza narrativa que permite apreciar los pequeños gestos que uno mismo puede proveerse luego de la intensidad del día a día. Una forma de procurarse en una intimidad rítmica, llena de gestos evocativos. Entérate de los detalles de la serie aquí.
Mr. Villain’s Day Off: el refugio que construye uno mismo
Mr. Villain’s Day Off nos muestra los días libres de un villano que debe enfrentarse a los Rangers. Es una especie de godín que realiza papeleo, pero también labor de campo: se enfrenta a los fantásticos héroes que protegen a la Tierra de su invasión. Pese a que su trabajo le gusta —porque le permite buscar alternativas para que la gente de su planeta se establezca lo más pronto y mejor posible en la Tierra—, sigue resintiendo el cansancio de su labor, es natural cansarse de las tareas, sin importar quién seas.
El protagonista es un buen empleado, del tipo de criatura que respeta los tiempos en pos de optimizarlos. Comprende que, si descansa apropiadamente, su rendimiento será mejor, con ello en mente, busca disfrutar sus días libres; también se premia con detalles importantes para resistir diariamente: consume algún postre pequeño tras cenar o compra algo más rico en lugar de cocinar.

En Mr. Villain’s Day Off se explora y construye lo que hace el villano en su tiempo libre, todo comienza con su afición a los pandas, pronto, se destaca su aprecio por la comida o el clima, delicadamente, la narrativa se complejiza y perfila la robusta empatía inicial que el villano desarrolla para con los terrícolas.
Es evidente por el apoyo que les presta —cuando encuentra a un par de niños perdidos o mientras mira a otros que intentan conversar siendo espíritus de árboles—. También se vincula a personas que le ofrecen ayuda en sus compras, y entre otras situaciones, se construye a un personaje que observa y ordena un nuevo mundo que se le presenta en los momentos de tranquilidad.
La serie retrata cómo el villano, también conocido como Shōgun, acomoda lentamente la realidad en la que se establece. Labora y se cansa, sin perder de vista sus objetivos y preocupaciones, decide tomar sus días libres en serio: usa el cabello al natural, y viste cómodo —pero con estilo —, sale a devorar mandarinas, a fotografiar pandas durante horas, se sienta debajo de un cerezo y mira sus hojas…
De esta manera, no solo se establece una historia con elementos completamente ordinarios del día a día, sino que estos adquieren una profundidad que nos invita a apreciarlos. El trabajo es indispensable, pero el descanso también lo es, es un espacio seguro que nos restablece de la amplia gama de sentimientos y pensamientos que llegamos a tener durante el día, de todas las cosas que nos abruman en el trabajo y en nuestras vidas personales.

¿Un anime muy «japonés»? ¿Es para ti?
Al principio decíamos que había un motivo por el que no podríamos recomendar este bello anime sin tener ciertas precauciones. El último episodio de la serie se siente como disfrutar komorebi; una absorción de luz calma y fresca como filtro de las sombras. Mr. Villain’s Day Off posee una narrativa muy «japonesa» sobre la apreciación de los momentos breves y cotidianos que, no obstante, sostienen el peso que realmente construye nuestra vida.
No tenemos acontecimientos épicos, marcados, sino que enlazamos eventos diarios esenciales para mantenernos en el orden de nuestro mundo. Una serie llena de rituales pequeños y «sin importancia» que reflejan una forma de existir y de percibirnos.
Mr. Villain’s Day Off podría describirse como permitirnos un hundimiento: un abandono leve y calmo, sentir el abrazo del agua en cada poro y destacar los niveles de tensión casi imperceptibles, mientras no somos capaces de apreciar la claridad sobre el manto acuoso que nos ciega; durante breves instantes, descansamos debajo de él, fuera del mundo en movimiento.

Un espacio en el que no pasa nada, y que sirve para contar nuestras bendiciones.
¿Qué tan terrible es ser adulto y vivir solo?
Mr. Villain’s Day Off nos presenta a una criatura solitaria —el villano es un extranjero, viene de otro planeta, no es humano— que paladea los días de manera delicada y profunda. El delicioso tiempo que organiza casi se puede tocar: se ilustra como un espíritu que reposa acunado sobre el viento y respirando profundamente.

La composición: un fresco y sólido hombre disfrutando el preciado tiempo, encantándose con el cansancio que le permite reposar gratamente tras el esfuerzo.
Mr. Villain’s Day Off nos permite conocer una forma de pasar el tiempo libre con uno mismo. No es que se descanse de los demás, sino que es necesario pasar tiempo de calidad con uno mismo, distinguir aquello que nos hace sentir cómodos de lo que no, sin miedos ni influencias de otros.
Mr. Villain’s Day Off conjuga: un día libre con el rápido y abrumador mundo capitalista que exige cada segundo nuestro, y complejiza la idea del descanso. No obstante, a ello añade la cuestión de la soledad de una manera definida, no como algo terrible y angustioso, sino como una benevolencia que uno mismo se otorga.

El soñar se hace en la intimidad de nuestros propios pensamientos, las jerarquías y fijaciones inconscientes simplemente ilustran un símbolo quisquilloso que podemos o no recordar al despertar. Es importante tener un espacio para soñar, tras lo cual uno vuelve a la realidad y al contacto con los vivos. Nos volvemos a posicionar luego de esclarecer en la individualidad. La soledad es un espacio íntimo.
El anime, sin embargo, consigue mostrar un lienzo vacío que se satura serenamente con gestos de afecto. Muestra los dotes de existir individualmente, pero no porque sea algo inamovible o lo positivo, simplemente son etapas, no hay prisa por desgastarlas, sino que se invita a arrellanarse en ellas mientras nos complace vivirlas.
Mr. Villain’s Day Off desarrolla al villano y lo une orgánicamente a otros, no obstante, previo a ello, nos mostró a alguien que disfruta de un momento en soledad y lo define como algo agradable, un momento de balance.

Hacia el final de la primera temporada de la serie, el Shōgun no está solo, no obstante, no se percibe como un alivio, él se dio un espacio para disfrutar cada etapa que ha vivido en la Tierra, y simplemente inicia otra.
Esta es una idea bellísima que se desarrolla paulatinamente en la historia: la soledad no es algo dañino, como todo, se cultiva; y se distingue del aislarse —no es eso lo que hace el Shōgun, quien termina con un nuevo compañero—.
La imagen del villano y una muestra de humanidad
El cansancio del Shōgun nos permite concebirlo como una criatura que siente y se cansa. Para ser más precisos, un jefe que gestiona. Si bien, Mr. Villain’s Day Off no presenta «otra» perspectiva del villano —como viene haciendo Disney; el anime no se agrega al trend que muestra una faceta suya que lo desarrolla como bueno, sino que lo describe como sintiente y multifacético: empático, hastiado por las labores, fanático y también rígido—.

Muestra una criatura «muy humana», llena de matices. Una criatura con intereses y necesidades, con cargas y anhelos, alguien que se cansa y que puede concederse un periodo de gracia, de abandono: un breve descanso.
Un temible villano que nos recuerda algo fundamental: para mantenerse amable y fuerte ante la naturaleza de la vida, hay que detenerse, reposar y continuar tras mejorar. Hay que procurarse y premiarse, darse ánimo tras el fin del día. Hay que sentir compasión por nosotros mismos.

Mr. Villain’s Day Off tiene una bella y compleja composición y definitivamente es imperdible. ¿Le darás una oportunidad?
Y hasta aquí, esta recomendación de la obra Mr. Villain’s Day Off, que tanto nos brindó. ¿Habían pensado en el komorebi como ícono de la historia? ¿Qué otras imágenes se les vienen a la mente cuando piensan en la serie? Los leemos en comentarios y por Twitter. Si les gustaría que escribamos de algo en particular, por favor, ¡háganoslo saber! Además, síganos en Instagram, Twitch o en nuestro canal de Discord. ¡No es una despedida, sino un hasta pronto!


























