¡Bienvenidos, damas y caballeros, al combate estelar de la noche en Hanami Dango! Han pasado ya unos cuantos meses desde el vídeo en el que se habló sobre las adaptaciones live action de animes y mangas. Como continuación de dicho vídeo y posible nueva sección para la página web (si es que os gusta el resultado), os traemos un nuevo formato con el que comparar obra original y adaptación, tanto en calidad como en fidelidad de una frente a la otra. La intención es hablar de casos en los que ambas obras tengan una calidad cuanto menos decente, como respuesta a esa imagen preestablecida de que no puede haber buenas adaptaciones de este tipo. Esta sección, en un alarde de pura originalidad, recibe el nombre de Manga/Anime vs Live Action y Oldboy ha sido el elegido para esta ocasión.

Manga
Nombre: Loose Senki: Old Boy.
Años: 1996-1998.
Autores: Marley Caribu (historia) y Shinmei Minegishi (arte).
Capítulos: 79 (8 volúmenes en Japón/ 3 volúmenes en España).
Revista: Manga Action.
Editorial: DeBolsillo.

Live Action
Nombre: Oldboy.
Año: 2003.
Director: Park Chan-wook.
Guionista: Park Chan-wook y Hwang Jo-yoon.
País: Corea del Sur.
Distribución en España: Mediatres (disponible en Filmin).
La decisión de hacer esta primera comparativa entre manga y live action con Oldboy (nombre que vamos a estar usando para ambas obras para el resto del post) radica en el curioso hecho de que, incluso dentro de la comunidad manga y anime, no todo el mundo sabe que esta película es la adaptación de un manga.
Formando parte de una trilogía de películas independientes del director Park Chan-wook sobre la venganza, el film surcoreano consiguió un gran éxito internacional. Con premios importantes en festivales como Cannes y Sitges, es considerada como una de las mejores películas del cine del nuevo siglo por medios como la BBC. Además, fue una de las puntas de lanza del éxito que ha ido ganando el cine surcoreano moderno en estas últimas décadas, junto a otras como Memories of Murder (Crónica de un asesino en serie) del ahora oscarizado Bong Joon-ho.
Por otro lado, el manga no ha corrido la misma suerte ni por asomo. Pese a ser un manga interesante y a tener el suficiente éxito como para llegar a publicar casi 80 capítulos, lo más probable es que se hubiera quedado en el ostracismo dentro de Japón. El mejor ejemplo de ello es Estados Unidos, donde la edición del manga no llegaría hasta unos años después de la salida de la película. Además, allí se realizó otra película de Oldboy, dirigida por Spike Lee, que parece ser más un remake de la surcoreana que una adaptación del manga.
Con todo esto, no es que pretendamos decir que una sea mejor que la otra. Es obvio que la popularidad de una obra no es algo estrictamente proporcional a su calidad, aunque estén relacionadas hasta cierto punto. Simplemente, hemos querido recurrir a la «artillería pesada» contra el tópico que hay frente a estas adaptaciones. Por no hablar de que esta situación ha permitido que muchos vean la película sin la expectativa de cómo llevarán la obra original a la pantalla grande.
Una vez todo aclarado, ¡que empiece el combate!

Aviso: Si no has visto/leído alguna de las dos, te recomendamos que no continúes leyendo. El post incluye spoilers importantes de ambas obras, incluidos sendos finales.
Argumento
La historia nos cuenta como un hombre es secuestrado y encerrado durante varios años en una habitación con poco más que una cama, una ducha y una televisión. Tras ser liberado de su prisión, se encontrará atrapado en un juego con el responsable de su encierro, quien le insta a que adivine su identidad y el motivo por el que le odia tanto en un margen de tiempo. En su búsqueda por encontrar la verdad tras su encierro y liberación, se verá apoyado por antiguos conocidos suyos y una joven a la que ha conocido poco después de ser puesto en libertad.
Quizá este sea el punto más sencillo de todos, pues no hay excesivos cambios entre la premisa de ambas obras. La primera diferencia sería la ubicación tanto en espacio como en tiempo de los sucesos. En el manga, la mayoría de los acontecimientos se desarrollan a finales de la década de los 80 y casi todo transcurre dentro de Kabukicho, el barrio rojo de Shinjuku y la inspiración para el barrio de Kamurocho de la saga de videojuegos Yakuza.
Manga. Realidad.
En cambio, la película se ubica tras el cambio de milenio en una ciudad indeterminada de Corea del Sur, aunque lo más lógico es pensar que se ubica en Seúl. El cambio de época resulta ser de ayuda para el desarrollo de la película, pues las nuevas tecnologías ya instauradas facilitan, en cierto punto de la trama, las investigaciones del protagonista.
El segundo cambio es el límite de tiempo, lo que genera un poco de contraste entre ambas obras. El antagonista en el manga se toma su tiempo para ver cómo intentan descubrir su identidad hasta que, en el tramo final, les deja una última semana para entender la situación. Esto da lugar a una investigación más pausada con momentos en los que ni el protagonista ni el lector están seguros de hacia dónde avanzar.
Por otro lado, tenemos una cuenta atrás constante desde casi el principio del largometraje, pues se nos da un ultimátum de cinco días, generando una mayor presión y urgencia. Lo más lógico es pensar que esta diferencia sea producto del tiempo limitado que se dispone en una producción cinematográfica, pero da lugar ya a una diferencia palpable entre cada una.
La última modificación tiene que ver con el tiempo de encierro en la habitación, siendo de 10 años en el manga y 15 en el live action. Esto que a simple vista pudiese parecer un cambio menor, cobra una especial relevancia en el clímax de la película, pues es clave en una de las mayores diferencias existentes entre original y adaptación.
Shinichi Gotou / Oh Dae-su
Los protagonistas quizá sean uno de los puntos más interesantes a comparar. Por el lado del blanco y negro, tenemos a Shinichi Gotou, quien parece asemejarse al arquetipo de los protagonistas de thrillers y cine noir. Tipo duro, actitud reservada, intenta hacer todo por su cuenta por la preocupación de que sus conocidos no se vean envueltos en el curso de los acontecimientos.
Shinichi Gotou. Oh Dae-su.
En cambio, por el lado coreano, Oh Dae-su es un personaje mucho más caótico y llevado por la venganza que su contraparte nipona. Un comportamiento fuera de lo común que roza por momentos lo ridículo y una forma de actuar mucho más agresiva son algunos de los rasgos que lo definen, prueba de ello es el característico martillo que porta durante gran parte de la película.
¿Es Dae-su una mala adaptación de Gotou o son personajes completamente diferentes? Lo correcto sería decir que ninguna de ambas, pues podríamos considerar a Dae-su la versión amplificada y más realista de Gotou.
Realista en el sentido de que el comportamiento errático del protagonista en el live action encaja más con el de una persona que ha pasado 15 años (10, en el caso del manga) encerrado en una habitación y cuyo único contacto con el exterior era una televisión. La normalidad con la que se comporta Gotou contrasta demasiado con un Dae-su al que, al principio, le cuesta mucho relacionarse de forma civilizada con otras personas, especialmente mujeres, con las que tiene que refrenar sus instintos sexuales.
Antes. Durante. Después.
Lo de que uno es una versión amplificada del otro es algo más complicado de explicar. A excepción de algunos flashbacks en ciertos capítulos, casi no sabemos nada del encierro de Gotou y su vida previa a dicha situación. Por otro lado, la película dedica sus primeros 20 minutos a mostrarnos el encierro y al Dae-su antes de este: un hombre de oficina y padre de familia con una hija que se dedica a emborracharse hasta el punto de tener conflictos con la policía. Así, a los espectadores les resulta más fácil empatizar con un personaje que dista mucho de ser «el bueno» que con su equivalente manga.
La conexión la encontramos en cuanto Gotou se abre con Eri (personaje del que hablaremos a continuación) y le dice que, de no haber sido encerrado, hubiese acabado como un «esclavo feliz». Esto, junto al hecho de descubrir que intentaba llevar una vida corriente y que desapareció poco antes de su boda, nos da a entender que a Gotou solo le faltaban unos años para ser igual que el Dae-su previo a su encierro.

Otro nexo por el que están más entrelazados es la percepción que tienen ambos de ser malas personas. En el manga se mantiene como un concepto más abstracto, como de un potencial que tenía el propio Gotou que prefirió ocultar intentando parecer una persona normal. Sin embargo, para Dae-su es algo que acaba asimilando de forma más consciente, ya que, durante su encierro, se dedica a hacer una lista de todas las posibles personas que lo odiasen, dándose cuenta del daño que hacían sus acciones sin darse cuenta.
Eri / Mi-do


El interés romántico del protagonista no es algo que cambie demasiado. Se conocen en el mismo día en el que es liberado y ella lo acaba acogiendo en su casa. El amor surge de forma instantánea, aunque Mi-do rechaza los primeros intentos de Dae-su para acostarse juntos por sus formas asalvajadas.
Este rápido inicio de relación se debe a que, realmente, ambos están bajo el efecto de una hipnosis que provoca que se enamoren el uno del otro tras conocerse en un encuentro también planificado. La relación en ambos casos refleja claramente que están enamorados, pero se muestra diferente por las discrepancias entre cada protagonista y en el tiempo que pasan juntos.

Dae-su, al solo disponer de cinco días, acaba residiendo en el piso de Mi-do y comportándose esta como una especie de ayudante en su investigación, lo que hará que sufra directamente las consecuencias de los actos de Dae-su. Queriendo evitar precisamente eso, Gotou intenta alejarse de Eri en múltiples ocasiones, aunque, al final, uno de los dos acabe encontrando al otro.
Puede sonar algo cursi pero hay que tener en cuenta que su atracción romántica es una creada de forma artificial. Además, el comportamiento más tierno de Eri da lugar a que las pocas citas que tienen los dos resulten momentos más relajados de la tensión constante durante todo el manga.

Con respecto al trasfondo de ambas, no hay mucho que decir ya que tampoco se nos cuenta demasiado. En el caso de Eri, apenas sabemos que durante una época tuvo que vivir en la trastienda de un bar en el que trabajaba. Lo poco que acabamos conociendo de Mi-do es más relevante pero, al estar más relacionado con el transcurso de la película que con lo que define al personaje, nos lo vamos a guardar para cuando hablemos del clímax de ambas historias.
Takaaki Kakinuma / Lee Woo-jin
El antagonista y el otro gran pilar sobre el que se sostiene la obra. Empresario con gran poder y fortuna para el que todos los acontecimientos que sufre nuestro protagonista son un juego en el que maneja los hilos. El plan de ambas versiones es similar en líneas generales y los cambios que hay entre cada uno parecen más producto del momento y la duración de cada obra que de decisiones exclusivamente narrativas. La única excepción a esto es la motivación tras sus actos.

Kakinuma parece asemejarse a la figura más clásica del empresario malvado. Prácticamente, tiene todo bajo su control. Trabajan para él desde exespías internacionales hasta toda la calaña de los bajos fondos, incluida la yakuza. Todos los aliados de Gotou se encuentran conectados a él de forma más directa o indirecta, pero sin ellos saberlo realmente. Solo hay que recordar que Eri y Gotou se conocen y enamoran porque Kakinuma así lo ha querido.
Además, pese a tener una actitud más seria, toma la situación como un juego del que es amo y señor. Se muestra y contacta habitualmente frente a Gotou aún antes de que sepa su identidad, le da pistas, le confirma o le desmiente sus investigaciones y añade árbitros para mostrarle que no va a romper las normas que acuerdan. En resumidas cuentas, es un malo maloso, hasta el punto de que su secretaria lo tilda de la válvula de escape de todo lo malo de la sociedad.
Lo que más flaquea de este personaje son sus motivaciones. El origen de su odio a Gotou proviene de su último año de primaria, donde coincidieron en la misma clase por algunos meses. Dicho por la propia profesora que tuvieron ambos y los propios recuerdos de Gotou, era un niño que ya desprendía un aura de maldad y al que nadie quería acercarse, para gusto del propio Kakinuma. Durante una selección de canto en una de sus clases, su prueba provoca la risa de todos los compañeros menos la de Gotou, quien parece haber sentido una especie de compasión por él, producto de sus pensamientos de sentirse una mala persona.
Esta conexión genera un impacto en los dos y de ahí radica la obsesión de Gotou en volverse una persona corriente. Años más tarde, Kakinuma, al descubrir que el único que vio tras su fachada se encauzaba a una vida normal, decidió pasar a la acción.
Siendo justos, es una motivación un poco pobre y abstracta para justificar todos los actos que acaba realizando este personaje. Por no hablar de que el único motivo por el que Gotou es incapaz de recordarle es porque le bloquea ese recuerdo mediante hipnosis, lo que quita parte de la gracia al propio juego que él mismo plantea.

Por otro lado, Woo-jin encaja más en la imagen de un hombre de negocios moderno que tiene un mayor cuidado hacia su imagen física, similar al protagonista de la película estadounidense American Psycho. Actúa de forma más directa, pues mata a la mujer de Dae-su incriminándole a él mientras está encerrado, cortando así los lazos que pudiera tener en el exterior. También, juega de una forma completamente distinta a la de Kakinuma, pues, llegado cierto momento, le da a Dae-su un interruptor que está supuestamente conectado a su marcapasos, lo que podría pararle el corazón si no fuese porque es mentira.
La motivación de Woo-jin es una más realista, pero a la vez más turbia. En su último día antes de mudarse, Dae-su deambula por su instituto sin acudir a clase y, por casualidad, ve a una compañera de clase, Soo-ah. Ella se dirige a uno de los trasteros mientras Dae-su la sigue a lo lejos, para acabar descubriendo que está teniendo relaciones con su hermano, el propio Woo-jin. Los hermanos le descubren pero sale huyendo y, poco antes de irse, se lo cuenta todo a un amigo suyo. Esto provoca una oleada de bullying hacía Soo-ah con rumores de ser una puta y generándole un embarazo psicológico que provocará que decida suicidarse delante de su hermano.
Woo-jin intentando desvestir a su hermana. Dae-su voyeur.
Esta incestuosa justificación parece una razón de más peso para las acciones de alguien como Woo-jin. Además, le facilita el tema de la identidad con respecto a Dae-su, pues a quien conocía era a su hermana, por ser su compañera de clase, y no a él. Por no hablar de que, al mudarse antes de extenderse los rumores, Dae-su no es consciente de que ha hecho alguna clase de daño y dicho momento quedó como un recuerdo olvidado de su pasado, lo que resulta más frustrante para Woo-jin.
Personajes secundarios
Resulta bastante obvio el por qué la cantidad de personajes acaba siendo mayor en el manga de Oldboy que en la película live action. No solo es la duración, si no que el mayor énfasis en la investigación que tiene el manga y los métodos más complejos de Kakinuma obligan a que se requiera de más agentes en la historia.
Entre los aliados de Gotou, podemos destacar a dos personajes. El primero sería Tsukamoto, amigo del protagonista antes de su secuestro y quien le permitirá dormir en su pub, el Moon Dog. Al igual que con Eri, Gotou intentará tenerlo alejado del conflicto, pero acaba volviéndose la mejor herramienta para que este no abandone el juego de Kakinuma, aunque Tsukamoto nunca se entere. El mejor ejemplo de ello es cuando lo droga y lanza al río, haciendo creer momentáneamente a Gotou que lo ha matado.


El otro aliado a destacar es Kyoko Kurata, la antigua profesora de Gotou y Kakinuma en la escuela primaria. Actualmente trabaja como novelista de relativo éxito y, a partir de la segunda mitad del manga, es quien más le ayuda en su investigación. No solo es quien le revela la verdadera identidad de Kakinuma (hasta ese momento solo le conocía por el seudónimo de Dojima), si no que ayudará a desbloquear sus recuerdos de la primaria.
Lo que no parece saber es hasta qué punto entra dentro del juego, ya que su agente es un alter ego del propio Kakinuma y sus ganancias provienen mayoritariamente de los bolsillos de este personaje.
En la película, se podría considerar que los dos personajes se encuentran fusionados en No Joo-hwan, viejo amigo de la infancia de Dae-su y dueño de un cibercafé, aunque no termine de funcionar exactamente igual que ambos. Su principal aportación es encauzar a la investigación de nuestro protagonista hacia su época estudiantil y en estar a punto de revelarle todo, si no fuera porque Woo-jin lo acaba matando con sus propias manos al referirse a su hermana como una puta. Su presencia no es comparable a las de su contraparte pero es entendible al estar el live action más centrado en la relación de Dae-su y Mi-do.


Por el lado de los malos, tendríamos a un personaje sin nombre pero que tiene una gran presencia en la historia. Un antiguo agente de inteligencia es el encargado de espiar a Gotou y reportar toda la información a Kakinuma, siendo, desde su punto de vista, como más puede conocer el lector a la figura del antagonista principal. En el tramo final decide cambiarse de bando y no convencerle los métodos de su empleador, aunque es un personaje que pierde casi toda la relevancia al perder su utilidad narrativa para este punto. Este personaje no tiene una contraparte en la película debido, principalmente, a la forma de actuar más activa por parte de Woo-jin.
Se podrían comentar más personajes que aparecen en el manga, como la secretaría de Kakinuma o la antigua prometida de Gotou, pero no tienen una presencia especialmente relevante ni una contraparte en carne y hueso que amerite prestarles más atención. Por otro lado, tenemos a la organización que se encargó del encierro del protagonista y la especialista en hipnosis. Tienen presencia en ambas obras y son, hasta cierto punto, relevantes para entender los acontecimientos, pero sus acciones en cada obra se acomodan más a lo que necesita su historia que a un desarrollo propio de personajes.
Clímax
El momento en el que quizás más se separa cada adaptación, manga y live action, de Oldboy. Siendo muy estrictos, los personajes principales acaban de una forma similar: el villano de la historia se dispara en la cabeza y la pareja de protagonistas acaban juntos. Son las diferencias previamente vistas en puntos anteriores y la forma en la que se acaban desarrollando los eventos en este momento las que hacen el final de cada obra se sienta en las antípodas de su contraparte.

En el manga, nos encontramos en la semana final que Kakinuma y Gotou acuerdan antes del final del juego. En un bosque en las montañas escondiéndose de los hombres del empresario, se reúnen Gotou, Eri, Kurata, el agente, un amigo de Kurata que le estaba ayudando a esconder a Eri y la hipnotizadora, quien estaba ayudando al pensar que pasaría una noche íntima con la escritora. Esa misma noche, le revelan a Eri que se enamoró debido a la hipnosis y desbloquean los recuerdos de Gotou sobre el evento que dio lugar a todo. A la mañana siguiente, Gotou desaparece para pensar en todo lo pasado en las montañas durante los días que faltan hasta su encuentro. Además, le deja una nota a Eri para que se reúnan dentro de un mes.
Llega el día final. Kakinuma y Gotou se reúnen solos en una habitación de uno de los edificios propiedad del primero. Entonces hablan de aquel momento en la clase de música y el protagonista le dice que el motivo fue que pudo ver a través de su máscara y llegar a comprender su soledad. Kakinuma se ríe de que piense que la razón sea tan tonta y amenaza con matarle con su pistola, haciendo un disparo de advertencia. Tras esto, confiesa que desearía que Gotou se hubiese vuelto un criminal como él y acaba con todo disparándose a sí mismo. El capítulo final termina con el reencuentro de la pareja, quienes acabarán viviendo juntos como vemos en el epílogo.
Es un final que se siente decepcionante tras toda la anticipación que le precede. Todo el plan de Kakinuma se siente desproporcionado para una motivación tan poco concreta. La idea de Marley Caribu, guionista del manga, tiene sentido en el punto de que Kakinuma quiere poner a Gotou en un límite que le permita acercarse al tipo de persona que esperaba de él. Lamentablemente, esta idea acaba sepultada por la magnitud que acaba cogiendo la obra, de forma similar a la serie estadounidense Cómo conocí a vuestra madre.
En la película, empezamos el tramo final tras recordar Dae-su como descubrió a Woo-jin con su hermana. Antes de confrontarlo, decide dejar por una semana a Mi-do en una habitación como la de su encierro, pensando que ahora dicha organización está en buenos términos con él por haber sido atacados por el millonario.

Tras esto se encuentran en el piso de Woo-jin, mucho más espectacular que su contraparte del manga. Allí, Dae-su le confirma que recuerda la relación incestuosa que mantenían él y su hermana, a lo que Woo-jin responde mostrándole una caja. Al abrirla, dicha caja esta llena de fotos que muestran como Mi-do es la hija de Dae-su , quien pensaba que había sido dada en adopción en el extranjero. Inmediatamente, le ponen en contacto por teléfono con Mi-do, quien está retenida por sus carceleros y en frente de una caja igual a la que ha abierto Dae-su. Dándose cuenta de la situación, el padre decide suplicar hasta el punto de humillarse a sí mismo y, por último, cortándose la lengua.

Viendo tal panorama, el villano da la orden de que no se abra la caja de Mi-do, haciendo que no descubra la verdad de su pareja. Por último, le pregunta si será capaz de vivir con esa verdad como hacía él con su hermana, se marcha para el ascensor del edificio y se dispara antes de cerrarse las puertas. Tiempo después, encontramos a Dae-su con la hipnotizadora en mitad de un campo de nieve, un lugar poco práctico para hacer hipnosis siendo realistas, pero que queda muy bien para la escena. Ella le borra su recuerdo sobre la verdad de su relación y, justo después, se reencuentra con Mi-do, terminando la película con el rostro de felicidad de Dae-su abrazado a ella.
Este es un final mucho más satisfactorio. Las acciones de Woo-jin, como el encierro de los 15 años, son mucho más comprensibles dentro de la lógica interna del filme. Incluso su suicidio resulta más coherente con su venganza ya consumada. Sobre el papel, Dae-su gana: su enemigo está muerto y él puede vivir con su amada. La realidad es toda la contraria: Woo-jin le ha hecho encontrarse en su propia situación, una que el protagonista no puede soportar hasta el punto de tener que modificar sus recuerdos.

Exclusivos de cada obra
La narrativa y el cine con actores reales son dos medios diferentes con los que poder contar una historia. Esto parece obvio, pero es algo importante para tener en cuenta que una misma historia no se puede plasmar igual en dos medios diferentes, ni siquiera entre el manga y el anime.
Como se ha dicho previamente, en el manga, gracias a la cantidad de capítulos a los que llegó, se da una mayor importancia a la investigación y a los sucesos que se van revelando. Entramos directamente en el juego y queremos conocer toda la verdad, aunque esta acabe siendo decepcionante. Esta tensión se puede ver reflejada en el dibujo de Minegishi, quien usa en abundancia el color negro para mezclar la noche en Shinjuku con la permanente oscuridad que persigue a los protagonistas.

El live action está mucho más centrado en la acción, ya que la película avanza en una cuenta atrás que, junto al ritmo nada pausado de la película, genera una sensación de avance constante y mete al espectador dentro de la intensidad del momento, sin por ello sacrificar momentos emotivos. Todo esto se acompaña del característico humor negro de su director. Además, el trabajo de dirección y fotografía da lugar a secuencias muchísimo más memorables que la gran mayoría de paneles del manga, como la famosa pelea en plano secuencia o la escena final.
Siendo un medio audiovisual, no nos podemos olvidar de la música. El trabajo de Jo Yeong-wook, colaborador habitual del director, en la banda sonora es sobresaliente. El uso de música clásica permite realzar los momentos emotivos del largometraje. Especialmente destacable es el tema The last waltz, que cierra la película.
Conclusiones
Este ha sido un post bastante extenso y, con toda la información que hemos dado, creemos que queda claro nuestro punto de vista. En Hanami Dango, sentimos predilección por la película coreana, aunque pueda sonar sacrílego para un medio de manga y anime. Además, pese a las diferencias en cómo aborda la historia y a sus personajes, creemos que el live action de Oldboy es una buena adaptación del manga. Sabe trasladar la trama a un formato más reducido e, incluso, se permite pulir algunos posibles inconvenientes del material original. Dicho todo esto, cabe aclarar que ambas obras tienen una buena calidad, por lo que sentir predilección por cualquiera de las dos resulta una opinión bastante válida.

Vosostros, ¿qué versión de Oldboy preferís? ¿Manga o live action? Desde Hanami Dango, os recomendamos disfrutar de cualquiera de las dos, pues ambas son grandes productos. Si os ha gustado esta comparación, no dudéis en compartirla en redes sociales. Además, tenemos nuestro newsletter para que no os perdáis los nuevos posts, vídeos o cualquier otro tipo de contenido, y nuestro nuevo servidor de Discord, donde poder hablar de manga, anime y muchos más temas. ¡Hasta el siguiente combate, seguidores de Hanami Dango!
Definitivamente es una de esas veces que la adaptación supera a la historia original. Siento que en el final del manga, nunca sabemos la verdadera razón de Kakinuma para haber actuado así con Gotou. Hasta siempre he creído que Kakinuma se dispara porque le decepciona que Gotou, al final de todo, no se haya dado cuenta de la verdadera razón.
En la película todo nos queda claro excepto una cosa: el final. La sonrisa de Dae-su al final se tensa y parece fingida, y el mismo director prácticamente ha dicho que es un final abierto, ya que no nos queda claro que en realidad la escena de la hipnosis final representa el deseo de Dae-su por olvidar que Mi-do es su hija o realmente sucedió.
¡Gracias por tu comentario!
Desde mi punto de vista, las motivaciones de Kakinuma acaban siendo demasiado abstractas para el tipo de resolución que tiene el manga. Esto provoca que sea un caso en el que hay diferentes lecturas, pero no en el mejor de los sentidos.
En el caso de la escena final de la película, siempre interprete la sonrisa de Dae-su de forma similar a la que comentas, aunque, por el propio formato del post, quise plasmar únicamente lo que se ve.
Excelente análisis.
Vi la película como hace 10 años y me sigue pareciendo maravillosa y me animé a leer el manga, lo terminé hace dos noches y debo decir que de los 80 capítulos, hasta el 78 creo que estaba excelente.
Precisamente esos dos últimos capítulos del manga se me hicieron decepcionantes.
Disculpen el «Mucho Texto» pero quiero compartir lo que pensé de todo OldBoy en cuanto al manga.
Alerta de Spoiler.
La trama y desarrollo de OldBoy estuvo excelente, a algunos les gustarán más o menos las muchas vueltas que se dieron, pero funciona bien dentro de sus reglas y no comparándolo tanto con la película. Pero la expectativa que causaron fue tan grande, que siento que quedó en nada o en no mucho más que lo que ya nos habían dado a saber. No solo por todo lo que el villano hace pasar a Goto, en ese juego del gato y el ratón (El cual se me hizo original y bien llevado) sino porque nos lo estan recordando durante toda la obra «El villano No dudó en gastar 300 millones de yenes (cantidad que el mismo considera una miseria) para poder vengarse de Goto, por lo tanto, tiene que haber sido algo bien fuerte para que le haya dolido a Kakinuma».
No solo es el corazón de la trama sino que lo dicen textualmente cada cierto tiempo «Recuerda que fueron 10 años» – «Debió ser algo muy duro para que haya hecho todo esto» – «No te olvides todo lo que hizo para encerrarte, piénsalo mejor», etc.
Para que al final termine siendo algo relacionado con que el Villano se sintió mal al ver que Goto había comprendido su soledad y terminó siendo una persona «común» se la sociedad… y eso que ni estoy seguro de haber entendido completamente.
No se si el autor pensaba en dejarlo así para un final abierto o quería darle algo más o si realmente considera que las justificaciones del villano son buenas.
El hecho de que en el epílogo el propio Goto dice que «La guerra no se ha acabado» al recibir el paquete de Dojima, me da a entender que aún queda algo para contar o era un detalle final de Kakinuma, que haya programado paquetes que son enviados a Goto para que el pase paranóico toda su vida creyendo que sigue siendo vigilado.
Ademas, corríjanme si me equivoco, pero no queda claro que le dijeron a Eri en esos 5 minutos de hipnosis que quedaron inconclusos y que se supone que eran importantes (Creí que en el epílogo al ver esa escena del edificio, eso sería la explicación, pero era un sueño). Reconozco que al llegar al capítulo 79, creí que vería algo parecido al final de la película, o sino, algo impactante. Ahora veo que Park Chang Woo vio ese potencial en el manga y quiso contar una historia más dramática y con un sentido más impactante.
No se si es por la mentalidad de los nipones que son muy de tomar en cuenta su honor, inteligencia y orgullo, y que tal vez para el autor o la mentalidad de la gente de esa época tenga mucho sentido y justificación. Pero como mencioné antes, el mismo Kakinuma pasa retando a Goto de recuerdar que fueron 10 años encerrado y por lo tanto debe ser algo fuerte.
Y todo ese palabrerío fue para que al final, lo que creía Goto, no estuviese muy alejado de lo que decía Kakinuma como para que se la pasa renegando que sigue sin saber, que sigue sin atinar, que sigue sin recordar, etc. Y hasta siento que no me es muy claro el porque eso debió ser tan fuerte como para que Goto reprimiese esos recuerdos. Hasta cuando Kakinuma dijo «Me hubiese gustado que cometas crímenes» creí que mostraría más frustración al ver como en los 10 años, Goto no solo volvió estoico y fuerte, sino que nunca se rebajo a su nivel de convertirse en un antisocial criminal, pero justo ahí Kakinuma termina su papel en la historia cometiendo el mismo acto de su contraparte del cine, pero sin impacto o sin ser un climax satisfactorio.
No se si ese último detalle era tan importante para Kakinuma, pero creo que si se hubiesen centrado más en esa frustración de el al ver como Goto era resiliente, siempre buscaba darle vuelta a los problemas, no se resignó en ser un hombre olvidado por las calles y dio pelea hasta lo último cuando tenía desventajas, hubiese sido mejor. Y no tanto en la revelación final de «¿Que será lo que me hiciste?» que le dieron tanta importancia para que el final lo revele en 3 páginas y no termine siendo la gran cosa. Creo que de centrarse más en ese punto que mencioné y no en lo que le hicieron a Kakinuma en la primaria hubiese sido menos decepcionante.
En fin, puede que algo se me haya escapado y puede que hasta sea injusto ponerse en plan de «decepción» al compararlo con una película que obviamente se tomo libertades, pero como dije, realmente más allá de todos los malabares, los 78 episodios me encantaron del manga, ni que decir de la película que es Perfecta a su modo.
Buen artículo…