¡Hola, lectores de Hanami Dango! ¿Están disfrutando de la temporada de invierno? Lo más probable es que no estén pasando frío, porque esta temporada está más que dispuesta a levantar la temperatura con la cantidad de ecchi que nos presentó. No solamente tuvimos el estreno del soft hentai World’s End Harem, sino que también está My Dress-Up Darling, con su famoso segundo episodio y, aunque la gente no lo crea a simple vista, Akebi’s Sailor Uniform.
Sin embargo, calificarla llanamente como un anime ecchi no es justo y tampoco es una declaración fácil de sostener, pero vamos a ahondar en este tema más adelante.

A simple vista esta es una serie bellísima, un slice of life sobre una simpática muchacha. Se trata de uno de los tres estrenos que Clover Works nos trae esta temporada y parece que este estudio está empecinado en reparar su imagen luego del fiasco de la segunda temporada de The Promised Neverland.
Así que si te estás preguntando de qué se trata Akebi’s Sailor Uniform y si vale la pena verlo, pues aquí te dejamos nuestras primeras impresiones luego de haber visto los primeros cuatro episodios.
Una Niña y su Uniforme Escolar
La historia de este anime sigue a Akebi Komichi, una joven que vive en una zona rural y cuyo mayor deseo es poder hacer un montón de amigas y llegar algún día a ser igual que la idol Miki-chan, a quien admira. Akebi aparece por primera vez haciendo piruetas en el aire, mostrando su atletismo y de su capacidad de perderse en su propio mundo.

Esta es una maravillosa manera de presentarnos a este personaje, entendemos todo sobre ella de inmediato. Nos damos cuenta que es alguien con aspiraciones mucho más grandes que el entorno que la rodea. También, cuando su pirueta concluye con ella cayendo al agua, nos damos cuenta de su torpeza y de su capacidad de reincorporarse de inmediato y seguir con la frente en alto sin perder su brillo. Es imposible, luego del estreno de este anime, no sentirse deleitado con el carisma de la protagonista y su actitud positiva.
En su centro, Akebi’s Sailor Uniform es un slice of life donde el mayor foco está puesto en las conexiones que Akebi va haciendo en su nueva escuela. Esta es la primera vez que tiene oportunidad de codearse con otras chicas de su edad y su personalidad extrovertida le facilita transitar todos estos escenarios sociales cambiando la vida de las personas a su alrededor. Su personalidad tan peculiar y su incapacidad de detectar el sarcasmo o las bromas y tomándose todo muy literal se presta a una agradable dinámica con sus compañeras.

Esta misma idea se solidifica en el segundo episodio, cuando expandimos el elenco de personajes. Debemos destacar que estas situaciones son de nuestras favoritas, son emocionales, íntimas y genuinas. Además, el deleite aumenta gracias al impecable uso de todos los recursos audiovisuales para contar una historia.
La Vida como la Vida Misma
Una tarea muy difícil que tienen los slice of life es hacer la cotidianeidad entretenida. Akebi’s Sailor Uniform logra eso gracias a su colorido y encantador elenco. Además, algo que ayuda también para mantener a los espectadores enganchados, en este caso, es su impresionante nivel técnico. Esto no significa solamente que los dibujos se ven “bonitos”, sino que la manera en que usa ese hermoso arte potencia la manera de contar una historia.
Los encuadres, la manera en que usan la luz y los colores, el nivel detallado de animación, muy enfocada en mostrar el lenguaje corporal, el peso de la ropa. Todo esto se combina no solo para deleitar, sino para narrar.

Muchas personas destacan de Akebi’s Sailor Uniform su realismo. Y si bien es cierto que sus fondos son como fotografías, en verdad se trata de una realidad pasada por un filtro idílico. Es una versión aumentada y mágica de la realidad. Es la manera perfecta de comunicar el entusiasmo y los ojos con los que Akebi ve la vida. Para ella las situaciones más cotidianas no son aburridas, están cargadas de significado. Un simple uniforme no es solo una pieza de ropa, es un símbolo de su conexión con sus compañeras, una lluvia pasajera no es un inconveniente, es una oportunidad para acercarse a las personas. La belleza de los slice of life no es reflejar la cotidianeidad tal cual es, sino cargarla de significado.
Destacar desde lo técnico en una temporada que es hogar de tanques como Shingeki no Kyojin (Ataque a los titanes) o Kimetsu no Yaiba (Guardianes de la noche)no es tarea sencilla. Akebi’s Sailor Uniform se gana su lugar como uno de los mejores animes en este aspecto y no tiene nada que envidiarle a estas otras producciones de mayor renombre.

Sin embargo, todo esto no logra ocultar completamente el tono fetichista y sexualizado que existe en esta serie, el cual es un tanto difícil de detectar. No tenemos nada que consideraríamos fanservice usual, pero aún así se siente aún más sexual que algo como My Dress-Up Darling.
El Cuerpo Femenino y la Mirada Masculina
Hablar del tono erótico de este anime resulta difícil por dos cosas. En primer lugar es un elemento que a simple vista y para un espectador casual es un tanto difícil de detectar. En segundo lugar, son situaciones que, con un poco de buena fe, pueden interpretarse de otra manera.
Akebi’s Sailor Uniform tiene un marcado subtexto yuri. Desde la estética hasta la dirección en sí y el contenido de las historias invitan a esta interpretación y no se siente como algo accidental. Así que los momentos de cierta cercanía e intimidad un tanto erotizada entre estos personajes son totalmente normales. Sin embargo, a diferencia de muchos de los yuris que más han destacado, en Akebi’s Sailor Uniform se nota la mirada masculina.

Estas instancias con subtexto lésbico no se sienten como la exploración de la sexualidad de estos personajes, sino como una explotación fetichista. Algo que las historias sobre relaciones entre mujeres han sufrido en muchas ocasiones cuando son relatadas desde una perspectiva masculina.
Para su fortuna, Akebi’s Sailor Uniform está tan bien narrada y con tal sutileza, que muchas de estas instancias se encuentran casi en balance tal que pueden ser interpretadas de muchas maneras y sin malicia alguna detrás. Se puede hacer una lectura de esta serie donde la interpretación no decanta en una crítica hacia la explotación fetichista del lesbianismo y sexualización de menores de edad. Sin embargo, para eso hay que ignorar ciertos elementos que son mucho más evidentes. Es por eso que necesitamos hablar del tercer episodio.

En su primer segmento, este episodio nos presenta a Kei, una chica tímida y reservada que se preocupa por portarse bien. Intenta pasar desapercibida para no tener problemas. Lógicamente, cuando Akebi aparece, Kei siente curiosidad por alguien que es su polo opuesto. El acercamiento entre las dos nos lleva hasta el final de este segmento que consiste en Kei sacándose selfies eróticas.
Esto, por sí mismo, no tiene nada de malo. Es algo con lo que muchas personas en su juventud experimentan. Es una manera de expresar amor propio y reconocimiento de tu cuerpo y autonomía. Sin embargo, esta autonomía y el consentimiento se rompe cuando incluímos la mirada de un adulto, o, en este caso, de la cámara. El mostrar la foto es lo que revela la mano de las personas a cargo. El mostrar la foto no es sutil, no es necesario narrativamente y fuerza una situación en la que personas mayores están mirando un momento íntimo de una niña de doce años.

El punto de este segmento, que es representativo de muchas instancias de este anime, parece ser hablar de cómo los adolescentes se relacionan con su cuerpo, con su identidad y cómo esto forma parte de un camino hacia la madurez. Se pueden contar este tipo de historias y es necesario tener vehículos para que los jóvenes puedan ver reflejadas sus problemáticas. El problema surge de la manera en que este tipo de historias es contado y desde qué perspectiva se hace. Cuando a la transgresión de cierta inocencia se la combina con un voyerismo un tanto perverso, hay una disonancia que resulta muy incómoda.
De nuevo, cabe remarcar que se puede hacer una lectura positiva de muchas de estas instancias, pero, honestamente, igual de fácil se puede interpretar como fanservice y eso lo hace muy preocupante. Es decir, Akebi tiene doce años solamente y hay situaciones en las que ya no hay subtexto que explique nada, a saber, este tipo de imágenes:

En resumen, ¿qué más podemos decir? Akebi’s Sailor Uniform es un anime con muchas cosas positivas y destacables. Ver el proceso de crecimiento de Akebi y su relación con sus compañeras resulta muy agradable y entretenido. Además, es remarcable el impresionante trabajo artístico en todo lo que es visual. Las situaciones incómodas donde espiamos momentos íntimos y la sexualización de los cuerpos de estas niñas es difícil de ver.
Esperamos y mantenemos las esperanzas de que a futuro esto vaya a disminuir y Akebi’s Sailor Uniform se enfoque en las amistades que va formando, en la comedia mundana y en las peculiares características de ser una niña en la escuela.

Y vosotros, ¿estáis viendo Akebi’s Sailor Uniform? ¿Qué os viene pareciendo? Dejadnos las respuestas a estas preguntas en comentarios y recordad seguirnos en nuestras redes sociales para más primeras impresiones como esta. Si os gusta el trabajo de Hanami Dango, tenemos página de Patreon y una tienda de ropa online, donde podéis apoyarnos para poder realizar todavía más contenido. Además, tenemos nuestro servidor de Discord, donde poder hablar de manga, anime y muchos más temas. ¡Hasta pronto, lectores de Hanami Dango! 🍡
Muy buen artículo, concuerdo con todo lo que dices 🙂
Empecé a verla porque me parecía una serie cuqui. Fui pasando por alto las escenas fetiche, pero en el tercer episodio la dejé. Por ahí me niego a pasar. La foto me pareció horrenda, como dices, está hecha desde una mirada adulta.
Es que es un elemento que se vuelve muy incómodo y ya se vuelve cuestión de poner en la balanza esas situaciones con lo otro que la serie tiene para ofrecer. Gracias por comentar!