¡Bienvenidos, queridos lectores de Hanami Dango! ¿Cuántos de nosotros empezamos nuestras andaduras en este maravilloso mundo del anime y el manga en compañía de Goku y sus amigos? Para muchos, es imposible mirar atrás hacia nuestra infancia y no recordarnos a nosotros mismos intentando un Kamehameha. Probablemente por eso no podemos evitar acercarnos a todo lo que, con los años, va apareciendo de nuevo en la obra que nos ha legado el gran Akira Toriyama. Y por eso mismo, por nostalgia, en Hanami Dango no hemos podido perdernos Dragon Ball Daima, y aquí os dejamos nuestra crítica al respecto.
Un poco de historia
¿Qué os parece si, antes de nada, recapitulamos un poco? Allá por el año 1986 se estrenaba el primer capítulo de Dragon Ball, el anime que lo cambió todo, el que dejó huella en el mundo entero, el que marcó a toda una generación y que, casi 40 años después, sigue al pie del cañón. Y todos lo sabemos: no tiene la mejor historia, ni la mejor animación, ni es el más emocionante, ni el que más te toca el corazón. Pero está claro que algo debe tener para mover masas como aún lo hace. A pesar de acumular crítica tras crítica, pocos son los que se atreven a poner en duda el enorme éxito de Dragon Ball.

En España tuvimos que esperar hasta 1990 para ver en nuestras pantallas por primera vez a Goku, aquel pequeñajo que iba por el mundo buscando las siete bolas de dragón. Fueron 153 capítulos que vimos una y otra vez hasta aprendérnoslos de memoria, desde la más tierna infancia de Goku hasta el torneo en el que luchó contra Piccolo Jr.
Mientras tanto, en Japón, obviamente siempre muy por delante, en 1989 ya se estaba estrenando Dragon Ball Z. La serie comenzó con la llegada de Raditz y todo acabaría 291 capítulos después, tras la derrota de Majin Buu.
Después llegaría Dragon Ball GT que, a pesar de no ser canónica, tuvo suficiente éxito como para llegar a tener 65 capítulos. Aquí recuperamos a un Goku niño, en compañía de Trunks y Pan, de nuevo buscando las siete bolas de dragón. Bien es cierto que la serie recibió cierto apoyo por aspectos como la introducción del Super Saiyan 4, pero, al no tener una base en el manga de Toriyama, la popularidad se vio seriamente resentida y la crítica fue aplastante.
En 2009 comenzó Dragon Ball Kai, que no es realmente más que la remasterización de Dragon Ball Z, más fiel al manga y sin relleno.

Después llegó Dragon Ball Super en 2015, y esto sí fue todo un pelotazo. Fueron 131 episodios que llenaron el mundo de nostalgia e ilusión. La nueva era había hecho su aparición y, de repente, fue como si no hubiera pasado el tiempo. Vimos que la historia se retomaba directamente tras los últimos acontecimientos de Dragon Ball Z, ignorando por completo Dragon Ball GT. Probablemente fue esto lo que determinó el regreso de la popularidad de Goku y compañía y, de pronto, los hijos de aquellos que se criaron intentando hacer el Kamehameha estaban intentando transformarse en Super Saiyan en el patio del colegio.
Tampoco podemos olvidarnos de Dragon Ball Heroes. Estrenada en 2018, emitió su último capítulo en agosto de 2024, alcanzando los 56 episodios. Al igual que GT, no es parte de la historia canónica, por lo que su impacto fue muchísimo menor.
Por último, la serie que nos ocupa en esta crítica: Dragon Ball Daima. Comenzó a emitirse en octubre de 2024 y finalizó en febrero de 2025, con un total de 20 episodios. Realmente, el último capítulo de la serie se emitió en Japón el 28 de febrero, poco antes de la medianoche, de forma que, cuando llegaron los créditos finales, ya era 1 de marzo, coincidiendo así con el primer aniversario de la muerte de Akira Toriyama y sirviendo como homenaje para el creador.
Impacto de Dragon Ball en el mundo
En concreto, fue Dragon Ball Z el anime que lo cambió todo. La serie tuvo un impacto inimaginable a nivel mundial. Y no solo en el mundo del anime, sino también en la cultura pop del mundo entero. Goku, Vegeta, y compañía se convirtieron en iconos para toda una generación, llegando a influir hasta el presente.
No pocos son quienes consideran a Dragon Ball Z el responsable de popularizar el anime fuera de Japón, siendo todo un pionero en la televisión occidental, e influyendo en deportistas y artistas hasta la actualidad. Sería difícil pasar por alto al futbolista Neymar Jr. y el enorme tatuaje de Goku Super Saiyan en su espalda o, por ejemplo, la letra de la canción Pink Matter de Frank Ocean mencionando a Majin Buu: «Cotton candy, Majin Boo, ooh, ooh, ooh».

Si hablamos del mundo gamer, el número de videojuegos basados en la obra de Toriyama no para de crecer, siendo a día de hoy ya cerca de 60. Tan importante es en este ámbito, que no se nos ocurre una sola plataforma que no tenga algún título en su colección, desde PlayStation hasta Xbox, pasando por iPhone, PC, Nintendo, Android…
Lo cierto es que estamos hablando de una franquicia multimillonaria. Como dato, podemos decir que es la serie más rentable de Toei Animation, superando incluso a One Piece en el último balance fiscal, con una recaudación de 19 billones de yenes, frente a los 18,4 billones de la banda de los Mugiwaras. Por no hablar de la inconmensurable cantidad de merchandising que genera la franquicia. Estamos hablando de millones y millones de figuras, ropa, cartas, pósters y un largo etcétera.

Resumiendo, Dragon Ball no es solo un anime exitoso más: es todo un movimiento cultural que, además, ha reescrito las reglas del shonen. Mangakas de la talla de Eiichiro Oda o Masashi Kishimoto han llegado a reconocer que la obra de Akira Toriyama fue una inspiración directa para sus obras. Estamos ante una serie que logró transformar por completo la percepción mundial del anime, dejando una huella imborrable en toda la cultura popular de varias generaciones, y que realmente no sabemos hasta dónde será capaz de llegar.
Éxito de Dragon Ball Daima
Todo lo que acabamos de repasar era absolutamente necesario para entender el éxito que ha obtenido Dragon Ball Daima. Un anime con la narrativa que se nos ha presentado, con la animación que ha mostrado, con tan poco desarrollo de personajes y sin mucha originalidad, jamás habría obtenido semejantes datos sin todo lo que traía a la espalda. Es obvio que la nostalgia ha jugado un papel más que relevante. Pero lo cierto es que la serie ha sido un éxito notable, con cifras que demuestran su impacto:
En la televisión japonesa llegó a lograr un rating televisivo del 2.8%, situándose justo por debajo de One Piece, estando por encima de series tan populares como Shin-chan.
En su primera semana de emisión en Netflix llegó a alcanzar los 3,2 millones de visualizaciones, posicionándose en el número 2 de su top global de series de habla no inglesa.

Si hablamos de AnimeBox, podemos afirmar que se convirtió en la serie más vista de toda la plataforma en España, después de sólo cinco días desde su estreno.
Por otro lado, ya sabemos que Crunchyroll no suele proporcionar cifras exactas respecto a las visualizaciones en su plataforma. Pero sí podemos sacar conclusiones si tenemos en cuenta que estuvo en el top 3 en sus rankings en varias regiones, alcanzando el segundo puesto en Reino Unido y el tercero en Norteamérica. Además, se ha mantenido entre los cinco animes más vistos de la plataforma a lo largo de toda su emisión.
Resumiendo, a pesar de haber sufrido muchísima crítica, Dragon Ball Daima ha demostrado ser todo un éxito en cifras, con datos contundentes que respaldan el éxito que ha tenido. Ya sea por la nostalgia o por fidelidad a la franquicia, o por el motivo que fuere.
¿De qué trata?
De momento, vamos a continuar con nuestra crítica viendo un poquito de qué trata Dragon Ball Daima. En esta nueva serie vamos a conocer a un nuevo villano que, utilizando a nuestro querido Shenron, devolverá a sus cuerpos de niños a Goku, Vegeta, Bulma, Piccolo y otros personajes.

La serie transcurre justo después de la derrota de Majin Buu, pero antes de la llegada de Bills, Dios de la Destrucción; es decir, se ubica en un punto intermedio entre Dragon Ball Z y Dragon Ball Super. En esta nueva aventura, nuestros amigos emprenden un viaje hacia el Reino Demoníaco para recuperar sus cuerpos y detener una nueva amenaza al universo. Goku y compañía nos llevarán a conocer a nuevos personajes y enemigos, y veremos una vez más cómo superan sus propios límites.
Entre los principales temas que trata este anime, podemos hablar del redescubrimiento personal. Esta nueva aventura obliga a nuestros protagonistas a reencontrarse consigo mismos. No les queda más remedio que volver a aprender sus habilidades, lo que lleva a Goku a recordar una vez más su inquebrantable amor por la autosuperación, y a Vegeta a volver a luchar una vez más por su orgullo.
En Dragon Ball Daima recuperamos ese tono de aventura que tanto caracterizaba a la primera serie, por lo que en cuanto a la trama se refiere, este anime se encuentra más alejado de Z o Super. Esta serie está más enfocada al descubrimiento de nuevos lugares, personajes especiales y misterios, por lo que recuerda a los principios de la franquicia.

Otro de los temas principales que toca es el del crecimiento emocional: aquí nuestros protagonistas tienen que asumir que la confianza y las conexiones con sus nuevos amigos pueden ser más determinantes que el entrenamiento físico. La obra plantea que madurar no implica únicamente ganar poder, sino que crecer emocionalmente es lo que realmente puede llevarte a lograr tu objetivo.
Dragon Ball Daima puede verse como algo más que una simple aventura nostálgica. También podemos interpretar la obra como una reflexión sobre el valor de la confianza, de las conexiones y del crecimiento emocional.
Puntos negativos
Pero no es oro todo lo que reluce, ni mucho menos. Y es que Dragon Ball Daima ha recibido alguna que otra crítica merecida.
Lo primero que nos encontramos es una aparente falta de originalidad. La premisa que se nos propone, con la transformación en cuerpos de niños, se encuentra demasiado cerca de Dragon Ball GT y puede resultar un recurso fácil para apelar a la nostalgia.
Además, el ritmo inicial de la serie es demasiado lento. A los primeros capítulos les falta agilidad en la narrativa, centrándose en pequeños obstáculos que nos alejan de la trama principal, dando la sensación de ser un relleno innecesario.

Si hablamos de los personajes, en primer lugar nos encontramos con que a los villanos les falta carisma, sus motivaciones son más bien simples y carecen de profundidad psicológica. Estamos todos de acuerdo con que al fin y al cabo estamos hablando de una franquicia que nunca se ha caracterizado por su profundidad, pero si tenemos en mente a un villano reciente como Zamas —con motivaciones como la obsesión por la pureza—, lo normal es esperar algo más maduro. Además, muchos esperábamos un desarrollo más coral con mayor participación del resto de los de siempre. Gohan, Krillin o el maestro Muten Roshi, por ejemplo, no aparecen más que como breves cameos.
Pero el problema más grave que encontramos es respecto a la profundidad narrativa. Estamos ante una historia simple y predecible, que se siente como un reciclaje de nostalgia. Es cierto que los capítulos son divertidos, sí que encontramos ese tono de humor tan característico de la franquicia, pero falta que nos emocione, que nos enamore como en su día lo hicieron otras sagas.
Aspectos positivos
El principal punto fuerte de este anime es el tono aventurero. Aquí la nostalgia juega a su favor, llevándonos a recuperar todo aquello que sentimos cuando la serie empezó. En Daima las bolas de dragón recuperan su protagonismo, por lo que Goku y sus amigos deben explorar mundos nuevos. Además, este cambio de ritmo resulta positivo si lo comparamos con las batallas constantes de las últimas sagas. Y siempre nos llena el corazón disfrutar de esa amistad tan pura entre Goku y Bulma.
Si hablamos de música, de nuevo encontramos otro punto fuerte. La letra del opening es un claro reflejo de la personalidad que siempre nos ha conquistado de Goku: su espíritu de superación, su optimismo, su alegría contagiosa y su inocencia. Hay un parte en la que parece que nos habla él directamente, diciendo algo así como: «Aquí viene una nueva historia, miles de golpes y chistes extraños estoy esperando». Además, es un regalo para los fans de siempre, cuando dice: «Oye, Shenron, ¡haz realidad mi deseo!».

Lo que también tiene Dragon Ball Daima a su favor es la animación. Aunque no es del todo impresionante, sí se siente más fluida que en sagas anteriores, aportando un toque de frescura en el diseño de los nuevos mundos.
Además, Daima no solo ha sido una apuesta por la nostalgia de los fans, sino que ha mostrado una poderosa ambición por conquistar a las nuevas generaciones. Nos han presentado una historia accesible a quienes no están familiarizados con la franquicia, dejando una puerta abierta tanto al pasado como al futuro de los saiyans y sus amigos.
Por último, cabe destacar el sentido del humor del que siempre ha hecho gala Dragon Ball. Las bromas están perfectamente equilibradas y bien integradas, sin resultar exageradas. Por ejemplo, el tono irónico de Bulma no resulta forzado en absoluto, ya que encaja perfectamente con su personalidad, o los momentos en los que vemos a Vegeta regañando a Goku resultan divertidos y entrañables.
Conclusiones
Bien es cierto que Dragon Ball Daima apela a la nostalgia como principal reclamo, pero no se queda ahí, sino que pretende renovar la franquicia atrayendo a las nuevas generaciones sin descuidar a los fans de siempre, reactivando el interés con nuevas aventuras que recuerdan a los inicios del universo Dragon Ball, recuperando aquel espíritu aventurero y divertido que conquistó a millones de personas.

A pesar de un inicio lento, capítulos que podemos considerar relleno, y cierta previsibilidad, la serie se deja ver. Ya sea por un motivo o por otro, lo cierto es que las cifras hablan a su favor y eso es innegable: con una combinación de nostalgia y nuevas aventuras, Dragon Ball Daima ha revitalizado a la franquicia, resonando tanto en la crítica como en la inmensa venta de merchandising.
Por otro lado, podemos decir que estamos ante un anime que, aunque al principio no parece mucho más que una simple aventura nostálgica un tanto infantil, también puede considerarse una reflexión sobre el crecimiento, la importancia de las raíces y el valor de las conexiones humanas, envuelta en el humor, la acción y la fantasía clásica de Dragon Ball.
Muchos éramos los que esperábamos algo más, algún momento que nos emocionara profundamente, que nos hiciera sentir lo que sentimos en su día, lo que nos enamoró. Pero también podemos decir que no ha estado del todo mal. Hemos disfrutado de un regreso a los inicios y nos hemos quedado con ganas de ver lo nuevo que vendrá. Porque si de algo estamos seguros, es que Goku y familia aún tienen muchas aventuras que contarnos.
¿Y vosotros qué opináis? ¿Le habéis dado una oportunidad? Como siempre, esperamos que nos hagáis llegar vuestros comentarios, ya sea por aquí o a través de nuestras redes sociales. ¡Un abrazo, queridos seguidores de Hanami Dango!